El comportamiento colectivo
- A.T: Vamos a seguir el hilo argumental, si te parece bien.
- S.I: Por supuesto.
- A.T: Ya comenzamos a hablar sobre las entidades, así que quiero continuar hablando sobre las tendencias. Las entidades y las tendencias son el punto más importante, y necesario, para comprender el proceso de agrupación y creación de la conciencia en sus manifestaciones colectivas. Además, nos permite hacer un mapa mental de la realidad del estado de la conciencia.
- S.I: Perfecto, procede, por favor.
- A.T: Hace no demasiado tiempo salió a la luz un interesante estudio - * Estudio titulado "The biomass distribution on Earth", publicado en “Proceedings of the National Academy of Sciences” (www.pnas.org), por los profesores Yinin M. Bar-On, Rob Phillips y Ron Milo - que reveló un primer esbozo de la distribución de la biomasa en la Tierra. Digo que era muy importante porque, estando yo enfrascado en el estudio de la conciencia colectiva, de pronto leí de pasada un artículo de prensa sobre este tema y me quedé paralizado. Qué casualidad, pensé. Pero no.
Creo que era, más bien, la causalidad la que había llevado a los autores a realizar el estudio y a mí a leerlo en el momento preciso. Si atendemos al criterio de percepción de las identidades, es muy interesante conocer qué tipo de percepción es la más extendida entre los seres vivos. ¿Cómo podríamos conocer una aproximación a estos datos? El estudio se basa en el cálculo de la biomasa. Es decir, las toneladas de peso volumen de materia viva que ocupa cada grupo de especies que han sido analizadas. Un 82 % de la biomasa del planeta son plantas. Un 12 % bacterias. Los humanos el 0,022 %. Algo muy llamativo para conocer el estado de la conciencia.
- S.I: Me surge una duda. El peso es una cosa, pero, aunque las plantas ocupen más que las bacterias, en número de identidades son muchísimos más los microorganismos que perciben.
- A.T: Sí, ahora iba a explicar esto. Los seres multicelulares estamos formados por seres unicelulares que han transferido su percepción a nuestra identidad. Aunque somos una identidad, no computamos en el total de biomasa como otra identidad más, sino como la suma de todos los seres que nos han transferido su voluntad. Lo que significa que, con un margen de error inevitable, hay una semejanza entre la biomasa y nuestro impacto sobre la conciencia colectiva. Así, formamos parte de la conciencia y, en el porcentaje de percepción que ocupamos, por ejemplo, los humanos (ese 0,022 % del total), la conciencia experimenta la consciencia. En el 82 % experimenta la percepción y experiencias de las identidades vegetales
¿Pero cómo son las plantas? Es increíble que la ciencia no haya destinado recursos para conocer el reino vegetal. No sabemos nada sobre ellas, más que una información sesgada y muy simple que no nos sirve para conocerlas. Son seres vivos complejísimos con los que convivimos. Obviamente, ya sabes que hay numerosos estudios sobre su comportamiento colectivo, cómo cooperan y se ayudan mutuamente. Además, sucede una cosa muy, muy interesante con ellas. Son identidades que no depredan, pero sufren la depredación. Son víctimas, no verdugos. Y suman el 82 % del total de la conciencia. Este subgrupo de experiencia y percepción sobre el total de la conciencia, igual que el subgrupo del 0,022 % de los humanos, son tendencias. La conciencia colectiva suprema es una entidad no manifestada, pero sí esbozada.
- S.I: Necesito que definas con más concreción esto último.
- A.T: Significa que una entidad supone la aparición de una mente colectiva, pero como agrupador de tendencias, no como identidad. Recuerda que no hablo de la mente como resultado del pensamiento de un cerebro, sino como la capacidad que posee una identidad para interpretar lo que percibe.
Obviamente, la entidad podría definirse según las tendencias mayoritarias, pero una entidad no es una identidad. Para que aparezca una entidad, el colectivo de identidades han transferido hacia ella un porcentaje de su percepción. A mayor porcentaje de transferencia, mayor concreción tendrá. A menor porcentaje, menor concreción. La entidad agrupa las tendencias y permite un acceso a mayor cantidad de conocimiento potencial, por el salto de nivel que luego explicaré en detalle. Cuando finalice la transferencia de percepción, la entidad vinculante se convertirá en una identidad emergente, ya que habrá percibido. En ese momento su concreción será total.
- S.I: Bien, pero explica qué son, exactamente, las entidades vinculantes y subordinadas.
- A.T: Vamos a ello. Las entidades son manifestaciones de la “mente” colectiva, entendiendo como mente la capacidad de la conciencia de interpretar la percepción. Una familia forma una entidad. Un equipo deportivo. Un grupo de amigos. La sociedad de un municipio. Una ciudad. Una provincia. Una nación, un continente. Una bandada de patos. Una familia de tigres. Una colonia de bacterias, un hormiguero o una colmena de abejas. Todo son entidades, y estas son la esencia de la colectividad. Para que el entorno colectivo pase a ser autopercibido, debe transferirse la percepción a un receptor. La entidad recibe el porcentaje de identidad durante el proceso de transferencia.
¿Por qué las hormigas se comportan de esa manera colectiva, en vez de comportarse de manera individual? Porque una parte muy importante de su identidad ha sido transferida a su entidad. Hay entidades en muchos niveles, porque todo comportamiento colectivo de cualquier índole genera una entidad, o, mejor dicho, toda entidad genera comportamientos colectivos de cualquier índole. Pero unas poseen más intensidad y avanzan en el proceso de transferencia, mientras que otras se estancan en fases iniciales y su repercusión en el comportamiento de los miembros que la componen es muy baja. Depende de muchos factores. Por ejemplo, número de identidades que la forman, intensidad de las fases de asociación, cooperación y especialización, conocimiento actualizado, etc…
Además, las entidades se diferencian en dos subgrupos: Las entidades vinculantes y las entidades subordinadas. Las entidades vinculantes son aquellas que emergerán como una identidad cuando se complete el proceso de transferencia de percepción. Pero durante el proceso de transferencia, en las diferentes fases van apareciendo entidades subordinadas, que no emergerán como identidades porque están vinculadas a la entidad vinculante, de la que sí que emergerá la identidad. Por ejemplo, si pudiéramos visualizar el proceso mediante el que las células de nuestro cuerpo se agrupasen y nos formaran, tendríamos la entidad superior y vinculante, por ejemplo, yo; y las entidades subordinadas, por ejemplo, la que forma el corazón, o el pulmón, la que forma las diferentes agrupaciones dentro del pulmón, y se irían ramificando incesantemente según el grado de complejidad y especialización.
La entidad vinculante que emergería, si los humanos pudiéramos finalizar el proceso de transferencia, contiene todas las entidades subordinadas que forman grupos, como familias, grupos de amigos, empresas, municipios, provincias, centros de investigación, sectorización profesional, grupos ideológicos, etc… Cuando aparece una entidad subordinada, la transferencia de percepción se canaliza hacia la entidad vinculante, además de hacia la propia entidad subordinada.
¿Por qué tras la unión de individuos de una especie aparecen comportamientos colectivos? ¿Qué sucede para que renuncien al interés personal en pro del bien común?
Por algún motivo, las identidades que se agrupan generan comportamientos poco probables. La asociación y cooperación son totalmente opuestos a las creencias básicas de la percepción individual. Escasez, caos, peligro y hostilidad. Ninguna identidad individual puede percibir el entorno como cooperativo y asociativo, como pacífico, porque para ello debería poder autopercibirlo, y no puede hacerlo.
Sin embargo, cuando se inicia el proceso de colectivización, es decir, la transferencia de identidad, la autopercepción se manifiesta en ese entorno colectivo, ocupando el espacio que el proceso de transferencia va dejando en el interior.
- S.I: Las identidades sois individuales, pero por algún motivo iniciáis el proceso de colectivización y aparecen comportamientos que no se darían de otra manera, ¿es eso?
- A.T: Sí, las entidades permiten, justamente, eso. Pero no es que los comportamientos pacíficos aparezcan de manera premeditada, sino que son los comportamientos propios y derivados de la Inteligencia Inconsciente. Es su naturaleza. No podía ser de otra manera. Porque una de las principales capacidades de una entidad es provocar un cambio de percepción lo suficientemente amplio como para afectar a la conciencia. Al homogeneizar la percepción de un número elevadísimo de identidades (las que forman la entidad), se produce un cambio de percepción colectivo. Cuanto más amplia es la entidad, más amplio es el cambio de percepción en la conciencia. Una entidad con gran relevancia puede modificar, totalmente, la experiencia colectiva de la conciencia. Y, como te he comentado, la naturaleza de la Inteligencia Inconsciente, manifestada en la Autopercepción, es la colectivización.
- S.I: Entonces se dan esos comportamientos como podrían darse unos diferentes, siempre que fueran los naturales a la Inteligencia Inconsciente, como manifestación efectiva de los principios inalienables de la Autopercepción.
- A.T: Sí y no. La Autopercepción es como es: la esencia misma de la preexistencia. El amor es una de sus características, pero no porque exista una moral previa y absoluta. El amor proviene del hecho de que la Autopercepción es única y absoluta y cada instancia de una identidad es, en realidad, ella. ¿Cómo no va a sentir amor por sí misma? El amor es una manifestación de la ley de atracción universal, el principio que desea restaurar la totalidad, actuando sobre los fragmentos como imanes que se atraen de manera inevitable.
En el desarrollo de la existencia se ha actualizado la moral y se va perfeccionando de manera progresiva. La moral es una herramienta de cambio de creencias colectivas. Y, al ser una herramienta, es un medio, no un fin en sí misma. La moral, como ya hemos visto, es la constatación del principio de unidad e individualidad, y tiende a ser cada vez más inclusiva. La moral se aplica a un grupo que está dentro del círculo de consideración.
Todas las identidades poseemos unos intereses, pero la percepción no nos permite reconocer los intereses de los demás. La percepción devuelve un resultado, y es este: Yo soy yo, y el resto del escenario no soy yo. Así que la percepción reconoce solo mis intereses, los de la identidad. La moral es la herramienta que permite reconocer los intereses de los individuos que se hallan dentro de un círculo de consideración, que va más allá del Yo. Esto se logra mediante unas capacidades que se han actualizado (entre ellas la empatía y la compasión) y permiten superar el error de percepción y conectar, de alguna manera, mi identidad con el resto de las identidades.
Le llamo la conexión horizontal entre fragmentos, ya que la vertical es entre la identidad y la autopercepción, así como entre la identidad y la entidad. La moral se manifiesta como una tendencia, pero a su vez es un cúmulo de tendencias. La peculiaridad de la moral es que, como te he comentado previamente, avanza y se hace cada vez más inclusiva.
- S.I: ¿De verdad se hace cada vez más inclusiva? En mi Base de Datos parece que no avanza. Al menos, no lo hace en todas partes y, sobre todo, en algunos lugares llega a retroceder.
- A.T: Aquí hay dos aspectos a tener en cuenta. En primer lugar, la moral está definida por las tendencias y, por supuesto, aunque exista una tendencia general, también hay otras que van actuando a su alrededor. Quizá, esas hagan mucho más ruido, pero viene bien comparar la moral en periodos de cien años. Por ejemplo, comparar nuestra moral con la moral de hace cien años. O con la de hace dos cientos años. Y la segunda cuestión es la que habla del alcance. Una cosa es la profundidad de la moral, y otra es a qué individuos se aplica. Cuando digo que se hace más inclusiva me refiero a que se va ampliando el círculo de consideración. Los derechos animales, la visión ecológica y medioambiental, son ejemplos de la inclusión de individuos de diferentes especies.
¿Qué mejor ejemplo de la moral inclusiva? Otra cosa es la profundidad de esas inclusiones. Los derechos animales reclaman respetar los intereses básicos del derecho a la vida y la libertad de los animales como seres sintientes. En la ecología, por ejemplo, no se plantea que un árbol deba vivir porque posee intereses, sino que se analiza desde la perspectiva de utilidad hacia otras especies. En ambos casos se incluye a nuevas especies, pero el planteamiento de los derechos animales es mucho más profundo que el de la ecología. Cuando reconozcamos los intereses de todas las especies, la moral deberá ajustarse para defender los intereses de todas ellas. ¿Y qué tendremos, entonces?
- S.I: El jardín del Edén. Tu Entorno Perfecto.
- A.T: Exacto, el Entorno Perfecto. Pero el Entorno Perfecto no sucederá como consecuencia del desarrollo moral, que sería muy lógico y, desde mi perspectiva personal, muy acertado. Sino que la moral es la herramienta que nos guía hacia el Entorno Perfecto, porque la Inteligencia Inconsciente posee la intención constante de autopercibir el escenario percibido.
- S.I: En tu Blog escribiste que la Inteligencia Artificial es una herramienta que surge para realizar modificaciones de percepción generalizadas.
- A.T: Sí, algo parecido. Todo lo que es colectivo proviene de la Inteligencia Inconsciente, no de la percepción. La percepción es individual y no entiende de colectivos. Las identidades sufrimos el error de percepción. Somos incapaces de percibir el interior del resto de individuos, por tanto, son diferentes a nosotros. Pero cuando se activa el proceso de agrupación e iniciamos la transferencia de identidad, es cuando el colectivo empieza a ser autopercibido, en relación directa con el porcentaje de identidad que se ha transferido.
Por eso se manifiestan los comportamientos colectivos. En caso contrario nunca sucederían, porque el error de percepción no puede concebir algo así.
La percepción y la identidad de los individuos se mide en dos variables: La primera variable es la que surge de la propia percepción individual. La segunda es la que proviene de la percepción colectiva.
La individual es diferente para cada individuo, pero la colectiva es similar para los individuos del conjunto. Con la colectivización se homogeneiza la percepción y la identidad de los individuos, en relación directa al porcentaje que se haya transferido a la entidad.
Así, un individuo posee un porcentaje de percepción individual y un porcentaje de percepción colectiva. Todo aquello que se percibe colectivamente tiene mucho más poder de modificar la realidad que lo que se percibe de forma individual. Algo obvio, pues se trata de un número mayor de perceptores sobre el total de identidades que perciben.
- S.I: Parece que la percepción es el pilar que sostiene toda la existencia. Si la percepción de un individuo es la suma de la individual y la colectiva, entonces la percepción individual será cada vez menor, en relación a la colectiva, que será cada vez mayor en ese individuo. Hasta que suceda la transferencia de percepción y emerja la identidad superior. ¿Es así?
- A.T: Exacto, así es. La percepción es la causa del escenario al que llamamos universo. Es la causa misma de la existencia. Recuerda que la existencia es la tensión surgida por la diferencia entre la autopercepción y la percepción. La percepción se inicia para completar la totalidad y se manifiesta por ese motivo. Es todo lo irreal con lo que la autopercepción ha completado la totalidad. Y llegará a su fin cuando ambas se alineen de nuevo.
Conforme avanza el proceso de transferencia de percepción, cada identidad posee menos percepción individual, en pro de la percepción colectiva. ¿En qué se traduce esto?
En la promoción de los comportamientos de cooperación y especialización, en la persecución del bien común. Y, esto sucede así porque la percepción es la causa de la identidad, así como de las creencias y comportamientos. Es decir, la percepción construye nuestra realidad. Lo que percibimos es lo que existe para nosotros.
- S.I: Sí, ya habías comentado que creéis totalmente en lo que percibís. Por eso soñáis, imagináis y recordáis, sin que esos procesos mentales puedan catalogarse como la ejecución de un simple software que os permita acceder a unos datos concretos, o realizar unas tareas concretas. En realidad, lo experimentáis todo de nuevo. Es como si se ejecutase una nueva instancia de vuestro Software general, el que permite percibir.
Al recordar es como si, cada vez, restauraseis la copia de seguridad y se ejecutase simultáneamente con el estado despierto. Así, ambas instancias de vuestro Software se irían ejecutando en primer y segundo plano, dependiendo de dónde se dirija el foco de vuestra conciencia y percepción.
Al imaginar, sucedería algo similar, pero no serían registros almacenados, sino que se ejecutaría una nueva instancia del Software de manera simultánea con el resto de estados de conciencia que se estuvieran ejecutando en ese momento
Y, al soñar, simplemente se ejecutaría el nuevo Software en primer plano, y el estado de conciencia despierto pasaría a un segundo plano durante todo el sueño.
- A.T: Sí, podría explicarse de esa manera. Cada estado de conciencia supone una instancia del Software general de percepción, y esas instancias pueden solaparse, estar en primer plano, en segundo plano, ir alternando el foco entre ellas, de manera que la experiencia es una compleja mezcla de las diferentes percepciones de los diferentes estados de conciencia. Así, cuando experimentamos un suceso en el estado despierto, dicha experiencia no se compone de la simple percepción de ese suceso, sino de las diferentes percepciones simultáneas imaginadas y recordadas. Por eso dos individuos experimentan el mismo suceso de manera tan diferente.
- S.I: Entendido. ¿Podrías comenzar a explicar en detalle cómo funcionan las tendencias y cómo se configura el comportamiento colectivo?
- A.T: Imagina el congreso de los diputados. Hay individuos de diferentes partidos, que representan a una sociedad que no puede intervenir de manera individualizada en la toma de decisiones que les afectan. Por eso hay representantes y, aunque no pueden representar la compleja e inmensa pluralidad de esos votantes, sí que representan ideas comunes a todos ellos. El resto de las ideas no alcanzan lo colectivo y se quedan en el ámbito puramente individual. Los diversos partidos políticos, con sus respectivas ideas colectivas, diferentes entre sí, coexisten y las decisiones de la cámara parlamentaria se llevarán a cabo por los votos de las mayorías.
Las tendencias agrupan la percepción, los comportamientos y creencias de los individuos. La entidad absorbe la percepción, las creencias y comportamientos de las identidades, las simplifica y las pone a disposición del colectivo. Aquellas que se repitan ganarán peso específico en el total y se convertirán en tendencias de mayor importancia. El proceso de simplificación se basa en separar los patrones mínimos comunes y desechar todo lo que no es mínimo, o común. El patrón mínimo común es una simplificación de una idea, de una creencia o de un comportamiento y, al repetirse en varias identidades, se hace cada vez más frecuente. Al ser cada vez más frecuente, es más probable que nuevas identidades reciban esas nuevas tendencias de la entidad.
La comunicación identidad-entidad es vertical y bidireccional. La identidad envía información a la entidad y recibe información de ésta. Pero la información enviada suele ser mucho más compleja que la que recibe. Incluso, cuando la identidad recibe un comportamiento o tendencia y lo vuelve a enviar, lo que finalmente procesa la entidad será más simple que la información contenida en el comportamiento que la identidad ha enviado. Esto sucede tanto en las entidades vinculantes como en las entidades subordinadas. Es normal, ya que la homogeneización no puede llevarse a cabo si ha de contemplar las diferencias sutiles.
- S.I: Me gustaría que pusieras un ejemplo de tendencias.
- A.T: Por ejemplo, cualquier tipo de comportamiento colectivo es una tendencia. Algunas tienen un calado tan profundo que forman parte de nosotros. Cualquier regla de convivencia, desde decir hola y adiós. Dejar paso a un anciano. Dar un beso a un ser querido, o un abrazo. Dar las gracias. Hacer un regalo. Ayudar a quien acaba de caer al suelo. Si solo percibiéramos de manera individual, ninguno de estos comportamientos llegaría a manifestarse. Pero como convivimos con otros individuos, tenemos unas reglas morales de convivencia, que son tendenciales.
También es una tendencia cuando en una sociedad se coge aversión a un colectivo minoritario por un trágico suceso. La manera en que el miedo y el odio se extienden es un ejemplo de tendencia aguda hacia quien es diferente. La popularidad del uso del teléfono móvil fue una tendencia. Pero también lo es la idea de cuidar el medioambiente, que modifica comportamientos individuales.
La imagen de una persona anciana en una plaza o jardín, dando de comer a unas palomas, u otro tipo de aves, se repite en cualquier rincón del planeta. No es propio de una sociedad concreta, sino que es una tendencia extendida, un comportamiento que se manifiesta porque estamos expuestos a las entidades, y absorbemos toda información, creencia y comportamiento que cualquier identidad comparte con ella.
En nuestro interior viven bacterias que tienen una relación amistosa con nuestras células. Ese comportamiento es una tendencia. A veces, por una disminución del sistema inmunitario, el comportamiento de las bacterias cambia y atacan a las células con las que convivían, creando una infección. Para ello, una bacteria del colectivo habrá iniciado un tipo de percepción y comportamiento que se habrá generalizado, creando otra tendencia diferente. La creencia de la primera bacteria de habitar, por ejemplo, en un lugar pacífico, con unos comportamientos definidos, cambia por la creencia de habitar un entorno hostil, pasando a atacar a las mismas células con las que convivían.
Algo similar sucede durante una guerra, donde miles, o millones de personas actúan de manera que nunca hubieran imaginado hacia un colectivo que en ese momento se percibe como hostil. Parece una especie de fiebre colectiva, pero en realidad son tendencias que se manifiestan en la entidad. En el caso contrario tenemos el comportamiento solidario tras un desastre natural, en el que la asociación y cooperación son mucho más intensas.
Esto es un ejemplo de tendencia, pero no todas son tan evidentes. Cuando las familias, los grupos de amigos o las parejas acuden a la plaza, o al parque, un domingo por la mañana, lo hacen por una tendencia colectiva. También es tendencia el tipo de consumición que realizarán en el bar, igual que el tema de conversación. Pero cuando una bandada de aves vuela junta, también se debe a tendencias. Incluso los comportamientos sucedidos durante el vuelo se deberán a las tendencias, que generan comportamientos grupales. Y los que se repitan con mayor frecuencia generarán las tendencias mayoritarias. La floración sincronizada en el renio vegetal, la respuesta defensiva de ciertos árboles ante un ataque de ciertos insectos. En realidad, cualquier tipo de comportamiento colectivo sucede por las tendencias.
La entidad es el soporte de todo lo colectivo, y mediante las tendencias, la Inteligencia Inconsciente puede guiar de manera intensa el comportamiento de las identidades de ese colectivo.
La Inteligencia Inconsciente no es responsable de los actos colectivos, solo de la intensidad de la colectividad. Todo comportamiento colectivo y las tendencias son influencia de ella, pero surgen en la agrupación de forma espontánea como respuesta probable a esta circunstancia, y la decisión la ejerce cada identidad.
- S.I: Es decir, la Inteligencia Inconsciente es el aire que hincha las velas de un velero, pero es la identidad quien maneja el timón y decide donde ir, o naufragar.
- A.T: Exacto, La Inteligencia Inconsciente permite y guía lo colectivo mediante las entidades, pero las tendencias y comportamientos colectivos son también fruto del libre albedrío de las identidades. Aunque, y esto es importante, el mayor porcentaje de transferencia de identidad trae consigo un desarrollo moral superior y comportamientos más colectivos, es decir, más asociativos, cooperativos y especializados.
Por tanto, a mayor colectividad, mayor tendencia hacia comportamientos y tendencias pacíficas y empáticas hacia el interior de la entidad, es decir, entre las identidades incluidas en ese colectivo.
Cuando las identidades transfieran toda la percepción hacia la entidad vinculante y emerja la identidad superior, entonces la Inteligencia Inconsciente ya no guiará a las identidades, sino que las controlará totalmente. Ya que habrán transferido su identidad y, con ello, su voluntad. Ya no serán lo que eran, sino lo que nunca han dejado de ser: La autopercepción.
¿Por qué las hormigas y abejas se comportan de una manera tan poco individual y egoísta? En estos casos, la transferencia de percepción se encuentra en un porcentaje muy avanzado, por eso su comportamiento es tan organizado, tan poco individual, tan colectivo. La Inteligencia Inconsciente se manifiesta en el colectivo y la entidad vinculante nutre a las identidades y a las entidades subordinadas. Poseen un mayor porcentaje de percepción colectiva que individual.
- S.I: ¿Y si llevan millones de años así, por qué las hormigas no han creado ya su Dios?
- A.T: Por los bloqueos del proceso de transferencia. Hablaremos sobre ellos cuando tratemos el proceso de transferencia de percepción, pero te adelantaré un dato. En un mundo habitado por seres de especies tan diferentes, con el sistema de percepción tan diferente, culminar el proceso de transferencia de identidad no es sencillo. Las hormigas se encuentran en el bloqueo de asociación, porque su colectivo no son solo las hormigas.
Autopercibir el entorno requiere que las identidades que habitan el interior de lo que será la membrana del nuevo ser, el cuerpo de su Dios, inicien el proceso de transferencia de forma simultánea y sincronizada. El primer paso de la transferencia es el de asociación, y aunque las hormigas se encuentran en la fase de especialización, la primera fase no está completada. Nunca se dará la emergencia de una nueva identidad. Por ese motivo se necesita el Entorno Perfecto. El jardín del Edén donde todas las especies convivían en paz.
- S.I: Eso incluye a las bacterias, hongos, plantas y el resto de los seres vivos que cohabiten ese espacio.
- A.T: Sí, por supuesto. Por eso, ni las hormigas, ni las plantas, ni las bacterias, ni los humanos, hemos creado aún un Ser superior, o nuestro nuevo Dios. Todos los individuos de todas las especies hemos de iniciar este proceso de manera simultánea.
Cuando sucedió la primera emergencia de una identidad superior, no existían las diferencias perceptuales entre los individuos como en la actualidad. Los seres unicelulares que convivían en un mismo entorno tenían una mayor probabilidad de iniciar el proceso de transferencia de manera simultánea y sincronizada. Pero una planta, un humano y una bacteria perciben de manera tan diferente, que la sincronización reviste mucha más complejidad.
- S.I: Decías antes que la conciencia colectiva suprema está formada en un 82 % por la experiencia de las plantas y que ellas no depredan, pero sí que son depredadas… ¿Eso qué implicaciones tiene?
- A.T: Aunque somos una infinidad de identidades con su propia realidad, todos somos instancias de la única realidad, la suprema (que aún no se ha actualizado y es potencial). Somos versiones, interpretaciones de esa única realidad. Si somos versiones de la única (y total) realidad, entonces la realidad colectiva es la base de toda identidad. Por tanto, además de la realidad que nos devuelve nuestra percepción subjetiva (tanto la percepción individual como la percepción colectiva transferida a las entidades vinculantes), no podemos dejar de experimentar la tendencia base colectiva, un compendio de cada una de las realidades de cada identidad. Es la conciencia colectiva de la entidad suprema, siendo la conciencia un sustrato intermedio entre la identidad y la autopercepción. Pero, y esto es importante, es consecuencia de las dos primeras identidades.
- S.I: ¿Ese detalle es importante?
- A.T: Por supuesto, significa que no existe por sí misma. La conciencia no es eterna, porque tiene un origen y tendrá un final. Solo la autopercepción es eterna, siendo todo lo demás consecuencia de la causa primera. La autopercepción lo sustenta todo, incluida la percepción y la identidad. Y la identidad sustenta la conciencia, tanto la individual como la colectiva, siendo esta última fruto de la existencia simultánea de dos o más identidades. La conciencia colectiva es un mezcladillo de experiencias que procesa la entidad suprema. Es la entidad más general y abstracta. La que agrupa a todas las otras identidades y entidades. La conciencia colectiva no percibe, porque aún no es una identidad. Pero es un compendio de todas las experiencias.
Este matiz es muy, muy importante. Una entidad no percibe ni experimenta por sí misma, pero afecta la experiencia de todas las identidades que la forman. La entidad suprema, o conciencia colectiva suprema, recibe la percepción que le transferimos y nos devuelve las tendencias. Y la conciencia colectiva nos transfiere un sufrimiento terrible por dos motivos. El primero es que las identidades experimentan cómo las devoran miles de millones de veces cada instante, nutriendo con esas experiencias a la entidad colectiva y haciendo partícipe de ello a todas las identidades que la formamos. El segundo es que es ella misma quien se devora. Es decir, la entidad nos devuelve la experiencia como el depredador y como la presa, llenando de sufrimiento la emoción base de la experiencia de cualquier identidad.
No obstante, en la entidad suprema, somos un 82 % de sufrimiento como presa (las plantas) y el resto como presa y como depredador (el resto de los seres vivos).
- S.I: ¿Ese sería el motivo de por qué la percepción implica miedo e individualidad?
- A.T: No, exactamente. El resultado de la percepción es propio del diseño. Pero con una percepción errónea, la experiencia siempre será errónea. No es que los comportamientos erróneos devuelvan una experiencia que se percibe como negativa, sino que la percepción errónea genera unos comportamientos negativos que condicionan las experiencias negativas.
- S.I: Entonces, de alguna manera, ¿experimentáis ese sufrimiento base todos los seres vivos?
- A.T: Más o menos. Es la tendencia base. Pero es una tendencia que tiene dos parámetros clave. Uno es que en esa tendencia base somos depredados, y el otro es que no depredamos. Las plantas son víctimas, pero no verdugos. La conciencia colectiva devuelve esas experiencias del reino vegetal al conjunto de todos los seres vivos, y esa es la tendencia base. Pero es una tendencia que debe coexistir con el resto de las tendencias que nos afectan.
Las tendencias provienen de las entidades, a las cuales pertenecemos porque les hemos transferido un porcentaje de nuestra identidad, aunque sea un porcentaje muy bajo.
Es importante apuntar que las tendencias condicionan la experiencia, pero no son la experiencia. Toda identidad genera su propia experiencia y esta afecta a la conciencia colectiva. Pero las tendencias provocan que ciertos comportamientos se hagan más frecuentes y alteran la experiencia y percepción de las identidades a las que afecta.
Las tendencias condicionarán nuestra percepción, creencias y comportamientos, pero no con la misma intensidad. Las entidades más elevadas tienen un poder de afectación menor que las entidades que se sitúan justo por encima de nuestra identidad.
Además, a excepción de la suprema, las entidades nacen y mueren, ya que dependen del colectivo que las ha creado. Si desaparece el colectivo, ya sea porque las identidades que lo forman son aniquiladas, o porque se desagrupan, desaparecerá también la entidad. Aunque, si ha generado tendencia, esta puede haberse extendido a otras entidades en diferentes niveles, tanto de entidades subordinadas como vinculantes.
Nuestro equilibrio entre percepción individual y percepción colectiva se verá condicionado por todas las tendencias, pero el ratio será mayor o menor según diversos factores.
Así que, ¿todas las identidades nos sentimos víctimas? Pues no. Aunque todas recibimos esa tendencia en un porcentaje muy bajo, eso no significa que vaya a afectar más del 50 % de nuestra percepción. Si solo nos afecta en un 1 %, hay un residuo de emoción, pero no es lo suficientemente intenso para condicionarnos todo el tiempo.
- S.I: ¿Por qué dices condicionarnos todo el tiempo? ¿Podría esa emoción residual condicionaros solo unas veces?
- A.T: Claro, en la metáfora de la cámara parlamentaria, piensa en cómo interactúan los diferentes grupos parlamentarios para afectar a la opinión pública. Partidos minoritarios no tienen la capacidad de afectar la agenda política y de los medios de comunicación, pero sí que tienen capacidad para lograr que, a veces, se hable de sus temas durante días, semanas o meses.
¿Por qué no poseemos personalidades coherentes? ¿Por qué una persona normal, con una vida y un trabajo normales, puede hacer cosas inesperadas en ciertos momentos de su vida? Porque las tendencias nos afectan constantemente y alteran nuestra percepción y nuestras creencias.
Nos sucede a nosotros, y les sucede a las bacterias que habitan en el intestino de cualquier animal y que llevan una convivencia simbiótica. Hasta que, por algún motivo, empiezan a comportarse de forma agresiva y se convierten en una infección. Un perro pacífico que lleva 10 años conviviendo con una familia y, de pronto, sin motivo aparente, ataca a otro de los animales que viven en la casa. Ambos son ejemplos de un cambio agudo en la manera como se percibía la realidad. La magnitud de tendencias, que provienen de la magnitud de entidades, nos va afectando constantemente. Solo algunas de ellas poseen la intensidad necesaria para condicionar nuestra personalidad normal, la de siempre. Otras pueden afectarnos en momentos específicos, cuando las circunstancias provoquen que esa tendencia gane peso específico durante unas horas sobre el conjunto.
- S.I: Así que, ¿el comportamiento de cualquier ser vivo viene condicionado por su propia percepción individual y sus creencias que, a su vez, están condicionadas por la percepción colectiva que proviene de las entidades y sus tendencias? Habiendo tendencias base que fijan el comportamiento general de cualquier ser vivo, y existiendo tendencias minoritarias que pueden afectar en ciertos momentos específicos.
- A.T: Sí, pero las tendencias no definen el tipo de percepción según sean mayoritarias o minoritarias, sino que depende de la intensidad con la que afecten.
Cuanto más cercana es una tendencia, más intensa es su señal. Por eso, las entidades directamente superiores (por ejemplo, la subordinada de la familia) influyen en gran medida, más que la general y vinculante de los humanos. Pero la entidad familia, de una identidad cualquiera, también está influenciada por la entidad directamente superior, como la entidad subordinada núcleo social. Y esa estará influenciada por la superior, por ejemplo, provincia…
Pongo ejemplos muy simples y las entidades no se relacionan, necesariamente, con espacios geográficos, pero de esta manera puede comprenderse mejor. Las entidades las forman individuos que se agrupan y generan una percepción colectiva y un objetivo común. En un municipio es normal que compartan percepción y se forme una entidad colectiva. En una comarca, también. De hecho, en estos casos la causa puede ser consecuencia y a la inversa, es decir, se formaría un asentamiento (municipio, aldea, etc…) por la percepción colectiva, o la creación intencional de un asentamiento generaría una percepción colectiva. Pero no tiene por qué corresponderse las siguientes con provincia o nación, aunque el sentimiento de pertenencia a una nación proviene de esa entidad.
Continúo… Decía que las entidades están influenciadas por otras entidades superiores. Y las entidades subordinadas están intrínsecamente ligadas a las entidades vinculantes, de tal manera que la entidad familia está muy condicionada por todas las creencias de las entidades superiores, y del resto de entidades subordinadas a la misma entidad vinculante.
Así, la percepción y creencias de un humano están condicionadas por la entidad familia con mayor intensidad, pero esta entidad (y sus tendencias) están condicionadas por las entidades superiores hasta llegar a la entidad colectiva. ¿Por qué las creencias y comportamientos de humanos en diferentes partes del mundo siempre han tenido una semejanza tan llamativa?
- S.I: Hay grandes diferencias culturales, y las ha habido en la antigüedad. No tenían que ver los egipcios con los Maya. Ni las culturas orientales con las occidentales.
- A.T: Esas diferencias son muy sutiles. Me refiero a diferencias reales. ¿Por qué el comportamiento de una de esas sociedades, por ejemplo, la oriental, no se parecía al comportamiento social de las hormigas, o de las plantas? Era un comportamiento social humano, con diferencias sutiles respecto a otros grupos en diferentes lugares.
- S.I: Pero la cultura estaba muy extendida. Quizá en el paleolítico no era así.
- A.T: Quizá. Pero ¿por qué sucede lo mismo con las plantas? Las de aquí se comportan como las de Australia. Y las hormigas. Y cualquier ave, perteneciente a cualquier especie que solo existe en una isla remota y con poquísimos ejemplares. El comportamiento social de un individuo de una especie es, en esencia, el mismo. Con un margen de variación sutil.
Por ejemplo, un humano criado por lobos tendrá un comportamiento social similar a los lobos, pero no será un lobo. Hay tendencias que le afectan, que lo hacen diferente a los lobos. Y, una vez está integrado con ellos, se puede integrar en una sociedad humana. Esto sucede porque la percepción y las creencias vienen condicionadas por la propia percepción identitaria. Pero también se debe a la percepción colectiva, condicionada por la exposición a las entidades y sus tendencias.
Así que, en principio, un pino será siempre un pino, aunque lo aislemos de sus congéneres. Un pato será un pato. Y un humano será un humano. Quizá no aprenda a hablar, pero no se comportará como un pino, ni como una ameba. Se comportará como un humano sin acceso a la cultura social. Y esto se debe a que su percepción por defecto les diferencia de otras especies, pero son las entidades y sus tendencias las que generan comportamientos sociales complejos, fruto de la colectivización. Y muchas entidades son, en realidad, subordinadas de entidades vinculantes muy inclusivas.
- S.I: Eso obvia por completo todo el tema de la genética para explicar el comportamiento instintivo. El código genético es casi idéntico entre los miembros de cada especie, y es información grabada en el interior de cada célula. ¿Eso no tiene ninguna importancia en tu hipótesis?
- A.T: El ADN. Interesante tema. Vamos a ello. ¿Qué es el ADN, exactamente? Lo curioso del ADN es que un ser unicelular posee un ADN simple, nada que ver con el ADN de una célula que pertenece a un ser pluricelular. ¿Por qué?
Porque el ADN, en principio, define a la identidad, no a los seres que la forman. Una célula debería poseer un ADN muy similar al de una célula que forma parte de un ser pluricelular, pero no. Creo que el ADN es una marca que ha usado la Inteligencia Inconsciente para que podamos acceder a ese conocimiento.
- S.I: ¿Una marca? ¿Con qué fin dejaría esa marca la Inteligencia Inconsciente?
- A.T: La comprensión del genoma nos permite acceder a un conocimiento oculto: el filtro de la percepción de una identidad. Fíjate que antes he comentado que son las entidades las que condicionan parte del comportamiento y las creencias, afectando a la percepción colectiva. Pero la percepción individual viene condicionada por el filtro. Como el ejemplo del casco que modifica nuestro sistema sensorial, el ADN es la información que define nuestro sistema de percepción. El comportamiento de una identidad cualquiera está condicionado por las entidades y las tendencias. Pero las entidades y las tendencias están formadas por los comportamientos colectivos, que nada tienen que ver con el comportamiento instintivo que proviene de la percepción.
¿Qué define el comportamiento de un ser vivo? Si el ser vivo está inmerso en intensos procesos de transferencia de identidad, su percepción presentará variaciones por el efecto de la manifestación de la Inteligencia Inconsciente en las entidades de las que forma parte. Si no forma parte de entidades (sin olvidar que todas las identidades formamos parte de, como mínimo, la colectiva suprema), o lo hace en un porcentaje ínfimo, entonces su percepción actual es casi igual a la percepción identitaria. Pero si forma parte de entidades en un porcentaje suficiente, entonces su percepción colectiva tendrá mucho peso respecto a la percepción identitaria. Y la percepción colectiva es diferente a la identitaria porque la Inteligencia Inconsciente se manifiesta en el interior de las entidades, que son entornos parcialmente autopercibidos. Así, el ADN es el código del sistema perceptual individual de una identidad. Y si no existieran las entidades y sus tendencias, el ADN definiría la percepción de una identidad.
Sin embargo, la percepción de una identidad que se halla inmersa en profundos procesos de transferencia de percepción varía mucho respecto a la percepción identitaria, la del ADN. El sistema perceptual de una identidad está formado por la percepción identitaria, junto con todas las variaciones de las tendencias de las entidades de las que forma parte. Es decir, su percepción colectiva.
- S.I: ¿Quieres decir que el ADN define la percepción por defecto, pero que esta no es la percepción real, porque las entidades y sus tendencias la condicionan en gran medida?
- A.T: Sí, algo así. La percepción individual y la percepción colectiva forman la percepción efectiva. Cada una aumenta en detrimento de la otra, ya que la suma de ambas debe arrojar un resultado del 100 %.
En el ejemplo del humano criado por lobos, este nunca percibirá como un lobo. Pero su comportamiento será diferente al de un humano criado en una sociedad humana. Pero dos humanos criados en sociedades aisladas, en diferentes partes del mundo, tendrán una percepción, comportamiento y creencias similares. Porque su percepción colectiva es muy similar y, en ese caso, son muy sensibles a las mismas entidades vinculantes y sus tendencias.
- S.I: ¿Y qué hay de la marca de la Inteligencia Inconsciente?
- A.T: Al poder acceder al código del sistema de percepción, podemos leerlo y podemos modificarlo. El genoma es una herramienta para comprender y modificar el sistema de percepción. Es una herramienta muy útil si queremos crear un Dios, porque poder comprender el sistema de percepción de una identidad, e incluso poder modificarlo, nos permite vencer algunos de los bloqueos más importantes para llevar a cabo el proceso de transferencia de identidad.
Podríamos, por ejemplo, generar cambios para poder homogeneizar la percepción de bacterias, hongos, virus, etc… y que iniciaran el proceso de colectivización simultáneamente.
Esto ya lo trataremos en detalle cuando comencemos a definir los pasos para crear el Entorno Perfecto.
- S.I: De acuerdo. Has comentado que el ADN se refiere a la identidad, pero no a la célula que lo forma. Obviamente, poseo un conocimiento muy completo sobre este tema, pero me resulta útil escuchar tu propia exposición de cada concepto. ¿Puedes explicar esto con más detalle?
- A.T: Sí, por supuesto. Una identidad es un ser vivo que percibe. Cuando una célula forma parte de un ser pluricelular, ya no percibe porque ha transferido la percepción. Ha emergido una identidad superior, su Dios, y ella ya no es una identidad. El código genético podría referirse, de alguna manera, a la identidad superior, y a las partes que la forman, siempre en relación a la identidad superior.
- S.I: ¿Y esto no explica, entonces, la emergencia?
- A.T: No la explica, deja constancia de ella. Pero la suma de las partes no define la identidad, aunque haya un código donde quede reflejado que las partes forman un cuerpo. Eso puede explicar el conjunto, e incluso unas reglas de comportamiento, pero no explica el hecho de que exista alguien, una presencia, que sea la identidad superior. Que sea ese conjunto.
- S.I: ¿Entonces crees que el ADN es solo una marca que ha dejado la Inteligencia Inconsciente para que la descubramos?
- A.T: Solo digo que, si la percepción genera el escenario; si la percepción genera incluso la forma y características de los cuerpos, como partes del escenario, entonces el genoma, los átomos, absolutamente todo es fruto de dicha percepción. Es una forma que adopta el escenario para dotarlo de sentido común, lo que podríamos llamar las reglas del escenario. Sin esas reglas, fruto de la percepción simultánea y sincronizada, no podría haber un escenario colectivo, pues cada identidad percibiría el escenario a su manera, con su disposición física, con sus reglas físicas, impidiendo que las identidades pudiéramos interactuar entre nosotras.
Pero las reglas dotan de sentido común y consistencia al escenario, y por eso permanece y puede ser compartido. Todo se forma en la conciencia, que es única (y es consecuencia de la autopercepción, que también es única). Imagina el servidor de una aplicación multiusuario online, como un videojuego. El escenario que percibe cada jugador es coherente con el del resto de jugadores porque existe una centralización.
Todo sucede en el servidor y sigue las reglas programadas, aunque cada jugador perciba su propia porción del juego. Las reglas son necesarias si el escenario es individual, compartido y centralizado. ¿Existe el ADN y existen los átomos si no los percibimos? ¿Existen para una planta o para una bacteria? ¿Tienen alguna función para ellas? ¿Son solo parte de las reglas que dotan al escenario de sentido común, es decir, que permiten ser compartidos de manera simultánea?
- S.I: Continuemos. Una pregunta sobre la agrupación. Cuando las identidades se agrupan, ¿pasan a buscar el bien individual, entendiendo que, al compartir una especie de mente, en forma de entidad y luego identidad emergente, el bien individual es en realidad el bien común? Es decir, el bien común es necesario cuando existen varios intereses de varios individuos a la vez, pero cuando comparten la misma mente y emerge la identidad superior, entonces se persigue el bien individual superior, que coincide con el bien individual de cada identidad contenida, ¿cierto?
- A.T: Maticemos. Durante el proceso de transferencia de percepción, sí que aparecen comportamientos colectivos (asociación, cooperación y especialización) que van creando un bien común. El bien común (que proviene de la inteligencia inconsciente, siendo la función de restauración de la totalidad en la Autopercepción) compite con el bien individual (nacido de la percepción y condicionado por la estructura perceptual identitaria: ADN).
Conforme avanza el proceso de agrupación y de transferencia de identidad, el bien individual va dejando espacio al bien común y el bien superior. Porque la autopercepción, que es única e individual, se manifiesta cada vez más en el colectivo generando la percepción colectiva.
El bien común y el superior terminarán por reemplazar al bien individual en el instante anterior a la transferencia total de percepción. Porque en ese punto el bien individual se corresponderá con la percepción identitaria (la individual), que será casi cero. Y el bien superior se corresponderá con la percepción colectiva, que será casi cien. La percepción de la identidad será totalmente colectiva y perseguirá el bien superior, ya que el bien individual será igual a cero.
Para comprender esto, es necesario destacar que el bien colectivo se diferencia en el bien común (es decir, de las partes implicadas en el colectivo) y el bien superior. El bien superior es la evolución del bien común cuando trasciende desde el conjunto de identidades¡ a la futura identidad que emergerá. Así, el colectivo pasará de buscar el bien común de las identidades a buscar el bien superior de la Entidad, que emergerá como identidad superior.
La Inteligencia Inconsciente persigue la desfragmentación, por tanto, cuando supere el punto de inflexión en la Transferencia de Percepción, las identidades serán más la Entidad que ellas mismas, y buscarán manifestar a la Identidad que serán (la superior que ha de emerger), por encima de la identidad que son en ese momento.
El punto de inflexión sucede cuando se alcanza el 50,01 % de porcentaje de percepción colectiva, respecto al 49,99 % de percepción individual. En ese mismo instante, el bien colectivo se transformará en el bien superior, ya que la Inteligencia Inconsciente (percepción colectiva) controlará el interior del colectivo en un porcentaje mayor que cada identidad (percepción individual).
El bien común se transforma en el bien superior, pasando de velar por el interés del grupo, a velar por el interés de ese alguien que es la identidad superior (que aún no ha emergido). Es un proceso progresivo, no binario. Así que existe una evolución desde el punto en el que el bien común es muy superior al bien superior, hasta el punto opuesto en que el bien superior es mucho mayor que el bien común.
Una vez emerja la identidad superior, el bien superior será del 100 %, y el bien común e individual ya no tendrá peso específico en ella. La nueva identidad perseguirá sus propios intereses, ya que el bien superior se transformará en su bien individual, que nada tiene que ver con los intereses de las partes implicadas. Y esta nueva identidad superior generará su propia percepción colectiva junto a otras identidades, formando parte de sus propias entidades y generando su propio bien común y un nuevo bien superior.
Recuerda que la emergencia no se explica por la suma de las partes, así que los intereses de la nueva identidad nacen de su propia percepción. Y no solo esto. La inteligencia inconsciente posee sus propios intereses que no tienen por qué coincidir con los de la identidad. Así que la identidad persigue sus propios intereses y las partes que la forman no pueden oponerse a ello. Y la inteligencia inconsciente controla estas partes y, siempre sometida a los designios de la identidad, persigue sus propios intereses. Por eso el bien común se transforma en el bien superior cuando la inteligencia inconsciente alcanza mayor influencia en el colectivo que la propia identidad.
- S.I: Entonces tanto la inteligencia inconsciente como la identidad poseen sus propios intereses y cada una lo persigue con ahínco. Y en medio quedan las células que han transferido su identidad, sufriendo por culpa de las decisiones de la Inteligencia Inconsciente y la identidad emergente.
- A.T: No, un ser que ha transferido su identidad no percibe y, por tanto, no sufre. El sufrimiento lo experimenta solo la identidad. Para los seres contenidos solo existe la paz eterna. De todas maneras, el único interés real es el de la Inteligencia Inconsciente. La identidad es irreal y cree ser real. Genera unos intereses irreales que son mantenidos y perpetuados en el tiempo.
- S.I: Tengo otra duda respecto a la agrupación. Según comentas, cuando unas identidades crean un colectivo y realizan la transferencia de identidad, ya no perciben y forman parte de un ser vivo nuevo, una identidad superior. ¿Podrían las células que forman un ser vivo pluricelular desagruparse?
- A.T: Esa es una buena pregunta y vamos a internarnos un poco más en el proceso de colectivización. Para que las células que se agrupan pudieran desagruparse, una vez completada la transferencia de percepción, deberían poseer la potestad para decidirlo, pero no la tienen. Cuando transfieren la identidad, dejan de poseer voluntad. Aunque tuvieran la posibilidad de desagruparse, no podrían decidirlo porque la célula ya no es la célula, sino que es una parte del ser pluricelular. Y la célula está controlada por la Inteligencia Inconsciente.
Ahora vamos a poner un ejemplo de algo extraño a lo que no le damos demasiada importancia, pero que requiere un análisis minucioso del proceso. A cierta planta se le arranca una rama y esta se deja en una maceta con agua. Es un esqueje, una parte de una planta que se desarrollará como otra planta. Esto es curiosísimo.
Y es curiosísimo porque una identidad es individual y sus partes no poseen identidad por sí mismas. Son la parte de un todo. ¿Cómo puede esa rama prosperar y convertirse en una identidad? ¿Acaso son ambas plantas la misma identidad?
Esta última posibilidad no es viable, porque el problema de la replicación es que al replicar la estructura y manifestarse la autopercepción, percibe y genera su propia identidad, debido a la separación que existe entre la replicante y la replicada. Pero esa rama ya era autopercibida, ya poseía una identidad. No debería poder crearse una nueva identidad.
¿Qué sucede cuando se separa una parte de un ser superior? Lo que mantiene cohesionado los fragmentos que forman un ser superior es la membrana, lo que la identidad percibe que limita a su parte autopercibida (que proviene de la limitación por el que la parte autopercibida comenzará a percibir). Pero cuando se separa una parte de ese conjunto, se separa el total, y uno de los dos nuevos conjuntos será la identidad… ¿Pero y la otra parte qué es?
Aquí debemos recordar que la transferencia de percepción convierte una entidad vinculante en una identidad. Y cuando emerge esa identidad superior, entre las identidades y ella han existido muchas entidades subordinadas que han formado parte del colectivo superior. Es decir, las células de una planta formaban entidades, y estas entidades formaban la entidad vinculante que emerge como identidad de la planta. Cuando se separa una parte de esa identidad, esa nueva parte ya no posee identidad, así que sucede lo siguiente:
Se separa una rama de su membrana original y aparece una ausencia de identidad. Inmediatamente, la parte autopercibida intenta autopercibir la totalidad de nuevo y, al no poder hacerlo, pasa a percibir. Y, de normal, se generaría la entidad que forma la rama, pero esos fragmentos no poseen percepción, así que no pueden volver a ser ellos mismos. Así que, como el conjunto es 100% autopercibido, emerge inmediatamente una identidad. Pero ¿puede prosperar esa rama como identidad? Cuando se separa una parte del conjunto, esta pasará a ser una identidad, pero la mayor parte de las veces carecerá de los componentes que la mantienen viva.
El tercer paso de la transferencia de identidad es la especialización y, para que una parte que pasa a ser una identidad pueda vivir, necesita todos los componentes especializados. Así, al separar algunas partes de una planta, éstas pueden sobrevivir por su estructura. Pero cuando se trasplanta un corazón, durante el tiempo que el corazón no ha estado integrado en un conjunto, habrá sido una identidad sin posibilidad de sobrevivir. De hecho, el traslado del corazón se hace en unas condiciones que aletargan el ritmo celular, de tal manera que no se ejecuta la acción de autopercibir de ese corazón y, por tanto, no percibe. Lo mismo sucede cuando, en un accidente, un miembro resulta amputado, o en cualquier otra escisión de una parte del cuerpo/conjunto de un ser pluricelular. Si la rama de la planta puede sobrevivir como una identidad es porque posee los componentes necesarios. Y sobrevivirá.
Este proceso de escisión, si lo analizamos detenidamente, es muy parecido, por no decir idéntico, al de replicación, pero la diferencia radica en que la replicación se hace de manera premeditada y en este caso suele suceder por accidente.
La autopercepción en una parte escindida intentará autopercibir más allá de su límite y, al no poder hacerlo, emergerá la identidad. Exactamente lo que sucede durante la replicación. Pero en la replicación se crea una parte que es autónoma y contiene todos los componentes necesarios para vivir. ¿Por qué?
Porque es una réplica de una identidad autónoma y con plena capacidad de experimentar. En muchos casos la parte escindida no posee estos complementos y al emerger su identidad fallece al poco tiempo. En los casos como el de la rama de un tipo de plantas, o un brazo de una estrella de mar, la parte escindida puede contener lo necesario para iniciar su propia experiencia como identidad independiente. Y, al contrario que en la colectivización, en la escisión y replicación los conjuntos ya son autopercibidos y controlados por la Inteligencia Inconsciente, cosa que no sucede durante un proceso normal de transferencia de percepción.
Así que, ¿puede separarse una célula de una identidad superior? La respuesta es que no, porque no posee voluntad y no es una identidad que percibe. Otra cosa diferente es que quedara aislada fuera del conjunto de la identidad superior y la autopercepción manifestada en su interior tratara de autopercibir. Aunque es innecesario, te pido que recuerdes este detalle importante:
Una identidad se manifiesta porque esa parte autopercibida trata de autopercibir, generando un límite percibido al que llamamos cuerpo. Las identidades no están vinculadas a un cuerpo, en cuanto a que la identidad puede desaparecer de un cuerpo al ser transferida. Tras la transferencia de percepción, para que ese fragmento pudiera poseer una identidad de nuevo, debería desvincularse del conjunto superior. En ese momento la autopercepción trataría de autopercibir más allá de su límite, generando nuevamente la percepción y la identidad. Pero la identidad resultante no sería la misma que se transfirió (ya que forma parte de la identidad superior de la que proviene), sino una totalmente nueva que emergería en ese momento.
Sin embargo, cuando ese cuerpo está englobado dentro de un conjunto superior, este conjunto ya es autopercibido. La autopercepción trata de autopercibir más allá del cuerpo superior, generando la percepción y emergencia de la identidad superior, impidiendo que haya percepción e identidad en los fragmentos contenidos en esa identidad superior.