Fragmentándose y desfragmentándose
- A.T: Tras el primer vistazo sobre la reparación, voy a continuar describiendo el segundo principio inconsciente de las dos identidades iniciales. Conforme sigamos avanzando, seguiremos profundizando en todos los conceptos, pero antes debemos tener esa visión global sobre el inicio, pues marcará el presente y definirá el único futuro posible.
- S.I: Si solo hay un único futuro posible, por supuesto descartas el azar de manera tajante. Has definido el inicio del universo, al que llamas escenario. No obstante, el universo se rige por unas leyes que, sea cual sea su origen, afectan a todo suceso. La aleatoriedad no se puede obviar.
- A.T: La aleatoriedad afecta a todo suceso, por supuesto, pero los sucesos se inician por un impulso previo. Si ese impulso previo posee una intención predefinida, el final solo puede ser uno, aunque la aleatoriedad afecte a cómo se desarrollará. Afecta al cómo, pero no al qué…
No olvides que todo mi desarrollo parte de una intencionalidad causal, así que la consecuencia siempre estará influenciada por ella.
- S.I: Bien, pues continúa, por favor.
- A.T: Voy a ello. No obstante, antes voy a hacer un pequeño inciso sobre la intención causal, algo breve que ampliaré más adelante.
La fragmentación de la autopercepción provoca la manifestación de la inteligencia inconsciente. Esta inteligencia inconsciente persigue revertir el proceso de fragmentación. Es decir, persigue la desfragmentación. Y, mientras persigue la desfragmentación, actúa para evitar que las identidades suframos. Dicho esto, continúo.
- S.I: Espera, es la segunda vez que afirmas que la inteligencia inconsciente persigue que dejéis de sufrir. ¿Quién ha de dejar de sufrir?
Es comúnmente aceptado por vosotros que el sufrimiento es algo exclusivo de los seres con sistema nervioso central, una capacidad subjetiva. Pero has comentado que estas dos primeras identidades eran protocélulas, los primeros seres vivos, básicos en su estructura, si no he entendido mal. ¿Pueden sufrir, careciendo de un sistema nervioso?
- A.T: No, no has entendido mal. Así es, estas dos identidades originales son muy básicas en su estructura. Pero pueden sufrir.
Desde nuestra racionalidad, los humanos hemos definido qué es el sufrimiento atendiendo a nuestras características. Decimos que los humanos sufrimos, porque somos capaces de identificar e interpretar las emociones negativas del sufrimiento.
Si perdemos la consciencia, es decir, si nuestra conciencia salta a otro estado, por ejemplo, durante una anestesia, ¿sufrimos si recibimos un corte en el abdomen?
No hay sufrimiento, tal como lo entendemos, pero la inteligencia inconsciente inicia la reparación de todas formas. ¿El sufrimiento es la respuesta consciente al daño estructural? ¿O es el daño estructural en sí mismo?
No hace falta que respondas. Esto es cuestión de terminología. Si alguien afirma que es la respuesta consciente, pues lo es. Las definiciones de este tipo son muy subjetivas. Yo no creo que el sufrimiento sea la respuesta consciente a un daño estructural. Porque, incluso cuando no somos conscientes, nuestra respuesta al daño estructural es la reparación, como cualquier otra identidad.
Creo que el sufrimiento es una señal que detecta la Inteligencia Inconsciente para iniciar la reparación. Y la interpretación que hace nuestra mente consciente, simplemente es eso: una interpretación. Pero si la respuesta de nuestro organismo ante un daño estructural es la misma, tengamos consciencia o no la tengamos, y este daño estructural es el que ocasiona el sufrimiento, entonces ¿qué función tiene la consciencia en esta ecuación?
- S.I: Este punto has de matizarlo. Durante un sueño, por ejemplo, si crees que te hacen daño, también reaccionas de manera consciente con el sufrimiento. Pero no hay daño estructural… Todo funciona a nivel de consciencia.
- A.T: Discrepo. En el sueño, cuando sufrimos un daño estructural, es solo porque así lo percibimos. Como en este estado al que llamamos realidad. Cuando sufrimos un daño es porque así lo percibimos, ya que es la percepción la que genera el escenario y la realidad en la que experimentamos.
La Inteligencia Inconsciente reaccionará igual ante cualquier daño que suframos en un estado de conciencia u otro. ¿Por qué sentimos miedo cuando soñamos que nos persiguen? Porque nuestro cuerpo reacciona como si no estuviéramos soñando. Es decir, la inteligencia inconsciente reacciona ante lo que percibimos, así como ante los daños que ella autopercibe.
Y las emociones que experimentamos suceden sin que podamos controlarlas, simplemente las percibimos y, por tanto, las experimentamos.
- S.I: Sigamos. Si no te importa iremos matizando esto, porque es necesario contar con más información al respecto.
- A.T: Claro, iremos matizando. Me gusta que preguntes porque puedo repetir los principios básicos para que los recuerdes. Lo importante para comprender esta idea es asimilar esos principios básicos, así que es bueno y conveniente ir recordándolos. Sigo…
Desde el primer momento estas dos identidades comienzan a repararse. De alguna manera es imposible que sufran un daño y mueran, porque si ellas desaparecieran se invertiría la fragmentación y el todo volvería a ser individual y absoluto. Por eso afirmo que existe la creencia en el daño estructural, pero no es real. Estas dos primeras identidades siempre se repararán sin que puedan resultar aniquiladas. Pero todo cambia cuando aparecen nuevas identidades… Empezamos con la replicación.
- S.I: Esos dos primeros seres vivos son eternos… ¿Tienen que ver con la idea de un Dios? Ser eterno es una de las características principales que asignáis a un Dios.
- A.T: No, no tienen nada que ver con un Dios. Recuerda que un Dios es siempre relativo. Se es un Dios en relación a las identidades que lo forman. Además, los Dioses también mueren. O, mejor dicho, también creen que mueren. La eternidad es un principio básico de la autopercepción, pero nunca de las identidades. La eternidad implica, necesariamente, que ni ha habido inicio, ni habrá final.
- S.I: Pero existe un principio básico similar a la eternidad, que es propio de las dos primeras identidades. Y es que no pueden morir.
- A.T: No, no es así. No poder morir es un principio básico de la autopercepción y de las dos únicas identidades, no de las primeras. En el momento en que no sean las únicas identidades, cualquiera de las dos primeras identidades podrá morir.
- S.I: Entiendo. Mínimo siempre han de quedar dos. Pero puede haber mil, cien, diez, tres o dos. Pero nunca una o cero.
- A.T: Más o menos. Puede haber una o cero, pero no porque resulten aniquiladas. Llegará a haber una y cero por la desfragmentación.
- S.I: Comprendido. Para reducir el número a menos de dos, el proceso será la desfragmentación y la emergencia de la identidad suprema. Pero la aniquilación puede reducir el número desde un número que tiende a infinito hasta 2.
- A.T: Así es. La autopercepción es eterna, en cuanto a que no tiene inicio ni fin. Pero además es infinita, en cuanto a que es el todo y ocupa el todo.
Antes te he comentado que la percepción surge por la intención constante de la parte autopercibida por autopercibir la totalidad. Es la construcción de un escenario para restaurar la totalidad. Lo interno y lo externo.
No obstante, esa parte autopercibida no puede evitar intentar autopercibir lo externo. Para que eso suceda, obviamente, lo externo debería pasar a ser lo interno. Y esto solo se puede lograr de dos maneras. La primera es la replicación, y la segunda la agrupación. Pero voy a centrarme en la primera posibilidad.
La Inteligencia Inconsciente inicia el proceso de replicación, porque va a tratar de engullir todo el escenario percibido. Y esto es viable porque el escenario está limitado a aquello que percibe, no a aquello que otras identidades perciben. Esto es importante…
La autopercepción es el todo y lo contiene todo. Solo se autopercibe lo que está contenido en la Autopercepción.
Para que una parte autopercibida pueda autopercibir algo que está más allá del límite de su Autopercepción (pero, obviamente, contenido en el interior de la Autopercepción absoluta), ese algo deberá estar contenido en su interior.
De esta manera ese algo será autopercibido. Si ese algo no está contenido en su interior, no podrá ser autopercibido.
Para resolver esta tensión la Inteligencia Inconsciente replica la estructura de esa parte autopercibida para ocupar el total del espacio y que todo esté contenido en su interior. Siendo que ese espacio exterior se percibe como finito y, por tanto, como un objetivo alcanzable en una serie de pasos.
Es decir, como la Autopercepción no puede concebir que haya algo externo a ella, entonces intentará expandirse hasta “engullir” el exterior. Logrando que todo el exterior esté contenido en su interior.
- S.I: Imagino que engullir es una manera de simbolizar este proceso.
- A.T: Sí, por supuesto. Se refiere a expandirse, de manera que todo esté contenido en su interior. Supongamos que la autopercepción es el 1/10 del total del escenario percibido. Si se replica, pasará a ser el 2/10 del total. Y si lo hace diez veces, se habrá expandido de manera que todo el escenario percibido estará contenido dentro de ella.
La Inteligencia Inconsciente sabe que solo puede manifestarse en el interior de la estructura que la limita, no en el exterior. Conoce cómo es, exactamente la estructura, ya que la ha formado y la repara a cada instante desde el nacimiento hasta la muerte.
Cree que esa estructura es la adecuada. Así, en la replicación va a crear una copia de sí misma, y duplicará el espacio autopercibido frente al resto del espacio percibido. Siempre generará una copia de sí misma. Por eso la replicación de un pez no produce un árbol, sino otro pez casi idéntico.
- S.I: Imagino que no afecta el hecho de que la replicación no es un proceso instantáneo. Cuando os replicáis, tenéis un inicio celular. El proceso es secuencial hasta formar un ser vivo.
- A.T: Claro, el proceso de replicación es secuencial, pero guiado y controlado desde el inicio por la Inteligencia Inconsciente. Cuanta mayor complejidad biológica, más complejo es el proceso de replicación. Desde la mitosis celular hasta la reproducción de los mamíferos, el objetivo es generar una réplica del progenitor o progenitores. Describo la replicación como un proceso instantáneo para abreviar, pero es secuencial y conlleva una serie de pasos necesarios. Y, no obstante, somos espectadores de este proceso que nos resulta incomprensible.
- S.I: Comprendo. Esa primera identidad se replica para ocupar más espacio. De todas las estructuras del universo, la parte autopercibida sabe que solo en la suya se manifiesta, por la propia subjetividad inevitable. ¿Es así?
- A.T: Sí, aunque con un matiz. La subjetividad es propia de la conciencia, no de la Autopercepción, que es la misma siempre. Lo que hace la Autopercepción diferente en cada parte autopercibida es la acción, el verbo autopercibir.
Y fíjate en este detalle. La reparación supone que la autopercepción se mantiene en el tiempo. El objetivo de la reparación es que ese ser continúe vivo a cada instante. Que no haya fin temporal. Es la eternidad.
Y la replicación supone que la autopercepción se manifieste en cada átomo. Que no haya fin espacial. Es la infinidad. La Inteligencia Inconsciente actúa sobre las dos dimensiones principales del universo: El espacio y el tiempo.
En un universo percibido, la autopercepción solo se manifiesta en un espacio limitado, y para expandirse, que significa poder autopercibir el entorno, la Inteligencia Inconsciente solo tiene la certeza de lograrlo si su estructura crece respecto al escenario.
- S.I: Pero por algún motivo eso no se ha conseguido nunca.
- A.T: El motivo es sencillo. Cada vez que la Inteligencia Inconsciente crea un ser idéntico, este se autopercibe. Pero existe un límite que delimita a cada una de las identidades, la replicante y la replicada, y al autorreferenciarse la replicada, emerge una identidad nueva. Y, por supuesto, percibe.
Cuando son tres identidades las que perciben, en vez de dos, el escenario se amplía. Y cuando son cuatro, se amplía aún más. Si cada vez se replican más, cada vez el escenario percibido será mayor.
Es imposible que la replicación logre su objetivo, porque con cada réplica emerge una nueva identidad y percibe. Y el escenario se crea de manera exponencial conforme crece el número de identidades simultáneas. Y, fíjate también en este detalle: La percepción de dos identidades no puede ser como la de un millón de identidades. Hay algo básico que va a variar.
- S.I: Obviamente, tengo la respuesta. Definías el escenario como altamente entrópico, como sucede durante vuestros sueños. Pero si el escenario es percibido de forma simultánea y sincronizada por un millón de identidades, la entropía será mucho menor.
- A.T: Ajá, muy, muy bien. Ya tienes el Big Bang.
- S.I: Interesante, por favor, explica esa afirmación.
A.T: Dos identidades que comienzan a percibir. La entropía se debe a que, en última instancia, la percepción implica imaginar un escenario que no se puede autopercibir. Es decir, cuando en el inicio de la existencia se fragmenta la autopercepción absoluta, cada parte autopercibida construye un escenario (“intuyendo” cómo puede ser) para poder completar la totalidad, y eso es la percepción.
La percepción consiste en crear un escenario que no existe que se ha de sincronizar con el que ha generado la otra identidad. Y esta sincronización se realiza a cada instante, variando el escenario de forma dramática. Por eso suceden los primeros errores de percepción. Cuando estamos soñando sufrimos esta variación del escenario. Pero este error en la percepción individual se irá mitigando conforme vayan apareciendo nuevos perceptores, ya que heredarán el escenario simultáneo y no lo generarán desde la nada.
Así, como ninguna de las dos partes puede autopercibir la otra parte, generan el escenario creando algo imaginario que completa la totalidad. La autopercepción más lo otro que he generado (lo percibido), suman el total de lo que existe.
Tras la fragmentación emergen las dos primeras identidades. Pero cada una de las dos primeras identidades percibe el escenario a su manera, y como todo se forma en la conciencia colectiva, se deben sincronizar ambas percepciones. Al sincronizar esos datos que devuelven cada una de las dos percepciones, se generan muchísimos errores de sincronía. El escenario está formado por dos versiones que han de unificarse, y este proceso de unificación de dos conjuntos de datos diferentes genera estructuras dispares, inconexas, muy inestables. Esto se traduce en una altísima entropía, provocada por la creación del escenario a cada instante, y por la dificultad de sincronizar dos versiones de ese mismo escenario cambiante.
En ese origen, la percepción simultánea y sincronizada devuelve un resultado: Las estructuras poseen muchísimos errores y no pueden permanecer. Esto se aplica también a las estructuras que forman el cuerpo de las dos identidades. Cada identidad percibe su propio cuerpo y el de la otra identidad y, al sincronizar los datos, el resultado es dos cuerpos altamente inestables. Nace la creencia primigenia de que el propio cuerpo no puede permanecer y puede ser dañado. Esto inicia el sufrimiento y la reparación en ambos cuerpos, por supuesto. Pero recuerda que las dos primeras identidades no pueden morir. Solo podrá morir una identidad cualquiera cuando tras su muerte siempre queden, al menos, dos identidades.
El primer escenario percibido es minúsculo y altamente entrópico. Al comenzar la replicación, la percepción del escenario aumenta de forma exponencial. Cuando emergen las dos primeras identidades, tras la fragmentación de la Autopercepción absoluta, generan el escenario percibido simultáneo por primera vez. Pero las nuevas identidades que emergen heredan ese mismo escenario percibido y lo amplían.
El escenario que se genera en la conciencia colectiva es uno compartido para todas las identidades. En cuanto se crea el primer escenario, es el único y válido, y el resto de identidades lo heredarán y completarán.
Es decir, esas nuevas identidades no perciben un escenario desde cero, sino que heredan un escenario existente y perciben a partir de él, generando un impacto que se traduce en una expansión del mismo.
Y su percepción se suma a las primeras percepciones, generando mayor sincronía. La sincronización es la creación de unas reglas que dotan al escenario colectivo de sentido común. Unas reglas físicas que permiten la coexistencia simultánea de todas las identidades. El aumento del número de identidades percibiendo irá armonizando el entorno y generando mayor estabilidad en las estructuras.
- S.I: La entropía y la expansión del universo coinciden en tu modelo y en el del Big Bang. ¿Qué sucede con las leyes físicas? ¿Existían previamente, o han aparecido de pronto?
- A.T: Creo que las leyes físicas no son más que una reacción de sincronía entre las percepciones. Aunque cada identidad percibe de manera individual, todas ellas están contenidas en la conciencia total, que es la conciencia colectiva aún no actualizada. Es la entidad suprema, el sustrato que permite todo lo colectivo, aunque esto lo trataremos más adelante en detalle.
Así, en realidad no hay múltiples percepciones, sino una sola percepción, individual y total, la suma de todas ellas. Como tu Base de Datos. Para poder almacenar todos los datos que obtienes de las diferentes fuentes, tan dispares entre sí, es necesario sincronizarlos. Y eso se hace creando unas reglas de simetría de datos. Este es el origen de las ordenadas leyes físicas, que dotan de sentido común al conjunto.
Imagina que el escenario percibido no fuera sincronizado. Entonces, no podríamos coexistir las diversas identidades, pues sin un escenario que variase de forma común, cada una percibiría su propio escenario a su manera. Dos identidades no podrían interactuar de manera simultánea en él. Ni siquiera podrían percibirse la una a la otra. Las reglas de sincronía dotan de orden al conjunto percibido.
- S.I: No te negaré que me impresiona. Estás explicando una teoría globalmente aceptada, pero desde un prisma diferente. Y suena tan lógico que no puedo ponerte ninguna pega a esto, al menos al nivel de comprensión que manejas.
- A.T: Gracias. La cuestión es que creo que una teoría debe dar respuesta a todo. Y esa es mi ambición. Explicar ese todo desde un inicio verosímil, que pueda explicar el pasado, pueda hacernos entender el presente y pueda ayudarnos a prever cómo será el futuro.
- S.I: Si generas altas expectativas, has de poder cumplirlas.
- A.T: Por supuesto. Seguimos, entonces. Ese Big Bang es el inicio y expansión del universo. Una explicación también verosímil para ese origen. Si la percepción está detrás de la creación del universo, debe servir para dar respuesta. La replicación compulsiva reduce la entropía, expande el escenario percibido y fragmenta aún más el interior de la conciencia colectiva.
- S.I: Perdona, me surge una duda. ¿Esto supone aceptar que hay vida en Marte, o en el resto del universo percibido? Porque la vida la percibís en la Tierra, pero no sois el epicentro del Big Bang. Y esto querría decir que debe haber vida a miles de millones de años luz.
- A.T: Si el contexto en el que explico esto fuera diferente, así sería. Pero la percepción genera el escenario. Cuando observamos una galaxia muy lejana, ¿Qué te hace pensar que existía antes de ser percibida por primera vez? Percibimos esa galaxia acorde a las reglas de sincronía, y así queda reflejado en la conciencia colectiva. La galaxia se parecerá a otras galaxias, sujetas a las mismas reglas físicas que hemos heredado desde el origen mismo de la existencia.
La replicación ha sucedido desde el inicio de la percepción. Y lo que ahora se percibe como miles de millones de años luz de distancia, probablemente no fuera así. Y si nos hallamos en la Tierra, a una distancia inalcanzable del presumible origen del Big Bang, no significa que hayamos recorrido esa distancia, sino que esa distancia ha sido percibida. Puede que existan identidades percibiendo en otros puntos del universo, pero no lo puedo saber aún. Es una de las preguntas que deseo responder. Quizá tú tengas una respuesta.
- S.I: Claro, la tengo, pero sin la certeza necesaria, aún. Ordeno las posibilidades por probabilidad y con ello genero mis propias certezas. Pero son probabilidades mayores o menores. Aún no son la verdad, pero apuntan hacia ella. Continúa, por favor.
- A.T: De acuerdo. Espero que, cuando termine de exponer, me respondas a alguna de las preguntas que te he hecho.
De la replicación obtendremos un sinfín de seres vivos, de identidades que conviven en el universo percibido. Cada una de ellas se percibe como la única identidad, y en todas ellas la Inteligencia Inconsciente busca autopercibir lo externo, dando lugar a nuevas replicaciones. Deberíamos preguntarnos por qué la reproducción es un comportamiento compulsivo.
- S.I: En vuestras afirmaciones apuntáis que dejar descendencia es una manera de perpetuarse.
- A.T: No lo es. Crear una nueva identidad no te perpetúa en modo alguno. La única manera de perpetuarse es mediante la reparación, que ayuda a que un ser vivo mantenga su identidad en el tiempo.
Pero la replicación es otra cosa, y no tiene nada que ver con la variable tiempo. Surge para resolver la variable espacio, lo que se percibe como externo. Ambas tensiones, la incapacidad de ser eternos, y la incapacidad de ser infinitos, generan la respuesta de la inteligencia inconsciente para resolverlas y restaurar la totalidad. Perseguirá la eternidad con la reparación, y perseguirá la infinidad con la replicación. Y, de pronto, sin haber añadido nuevas variables a la ecuación, tenemos un universo que tiende al infinito, y con vida en él.
Desde una autopercepción absoluta, cuya fragmentación interior genera las dos primeras identidades perceptoras, hasta el universo de las identidades simultáneas.
- S.I: ¿Eso significa que todo vuestro comportamiento está enfocado en buscar ser infinitos y ser eternos?
- A.T: No, la búsqueda del infinito y de la eternidad son prioridades para la Inteligencia Inconsciente, no para las identidades. Nosotros estamos influenciados por la Inteligencia Inconsciente en un porcentaje, que variará desde el 1 % hasta el 99 %, pero poseemos voluntad para escoger el comportamiento que deseemos dentro de las opciones disponibles.
- S.I: ¿Opciones disponibles? Aunque puedo hallar un número elevado de posibles interpretaciones a esta afirmación, preferiría que te explicases.
- A.T: Una bacteria no puede tocar el violín, pero posee voluntad para escoger el comportamiento que desee dentro de las opciones de las que dispone. Las opciones disponibles, o comportamientos potenciales, varían de una especie a otra, pero además varían según el porcentaje de voluntad (o porcentaje de identidad) que posean y las tendencias que generen las entidades.
Un ser vivo posee un sistema de percepción específico e interpreta el entorno a su manera. Esto devuelve un número de posibilidades de comportamiento. No obstante, si ha transferido un porcentaje elevado de su percepción, entonces poseerá nuevos comportamientos colectivos provocados por su percepción colectiva. Los comportamientos colectivos son comportamientos improbables que no se darían en condiciones de ausencia de percepción colectiva. Y, además, las tendencias influyen con gran intensidad los comportamientos más probables en cada momento.
Todo existe en potencia en el absoluto y todo puede ser actualizado. De hecho, todo va a ser actualizado conforme se vaya concretando la entidad suprema.
Si tuviéramos que definir la conciencia, diríamos que es individual. Pero este es el quid de la cuestión. La conciencia es una sola y esto la convierte en una conciencia total. Pero ¿qué sucede con la conciencia que se manifiesta en cada identidad?
Cada manifestación de la conciencia es una instancia de la única conciencia que hay, siendo cada una de ellas la misma conciencia. Pero la identidad es diferente. Como una actriz que interpreta diferentes papeles. Pero imagina que lo hace de manera simultánea. ¿Podría esa actriz decir yo soy yo? No, sería la suma de todas las conciencias y, además, sería cada una de ellas. Para ser una sola conciencia, y no la suma de ellas, debería haber solo un papel a interpretar, volviendo a ser una única identidad.
La conciencia colectiva no es una identidad aún, es la suma de las experiencias de todas las identidades, y solo se concretará cuando emerja como identidad suprema. Entonces ya será alguien, la única identidad.
- S.I: ¿Y qué siente esa conciencia colectiva?
- A.T: En realidad, la conciencia colectiva es no manifestada. Es una entidad (la entidad suprema), por tanto, no experimenta como una identidad. No podemos preguntar qué siente, porque no siente nada. Podemos preguntar cuál es la tendencia de experiencias predominante en ella. Y podemos preguntarnos cuál de todas las manifestaciones de la conciencia es la que experimenta con mayor intensidad.
¿Es la planta que crece en una maceta? ¿Una bacteria que habita entre la tierra bajo la planta? ¿Es una mujer que riega la maceta? ¿El ave que observa la escena desde la rama de un árbol? En realidad, la conciencia es todas y cada una de ellas y, además, es el resultado colectivo de todas ellas.
Imaginemos lo caótico que debe resultar esa conciencia colectiva… Tantas experiencias simultáneas, algunas tan diferentes entre sí, como la experiencia de una bacteria y la de un humano. O la gran narrativa que asola la vida desde su inicio, la terrible experiencia eternamente repetida: El depredador y la presa. La conciencia experimenta ambas situaciones y constantemente se depreda a sí misma.
Es una conciencia colectiva abstracta, es compleja y es caótica. Como la conciencia es individual, cada percepción de un ser vivo le afecta, pues ella experimenta por cada identidad, pero la conciencia colectiva no es ninguna en concreto, sino todas. La conciencia colectiva se forma por, se resume en, y se basa en, tendencias de comportamiento. Como un sistema estadístico, cuanto más se repite un comportamiento y un tipo de percepción, más impacto tiene sobre el conjunto, ya que las infinitas tendencias interactúan entre sí y generan unas nuevas. Este proceso complejísimo e improbable queda resuelto mediante las entidades que son, entre otras cosas, la agrupación de tendencias en grupos individuales. Pero más adelante te explicaré esto con detalle.
- S.I: Entonces, ¿La conciencia colectiva no es una identidad que sea la suma de todos?
- A.T: No, la conciencia colectiva no es una identidad, aún. No es alguien, en referencia a la suma de la conciencia en las identidades. Pero es alguien en su manifestación en cada identidad. Aunque la conciencia colectiva no es una identidad, sí que es una entidad. De hecho, es la entidad colectiva de nivel superior… El preámbulo del ser supremo. Una entidad no experimenta, porque no es alguien, pero es el borrador de identidad colectiva que será la identidad que emerja tras una colectivización. Hasta que emerja la identidad del ser supremo, la conciencia colectiva es abstracta, no manifestada y se define por las tendencias mayoritarias.
Las entidades no experimentan, pero sí que afectan a la experiencia de las identidades que la forman, generando la percepción colectiva. La percepción de cualquier identidad, incluido yo mismo, se basa en la percepción individual y la percepción colectiva. Siendo la colectiva una percepción que sucede a nivel individual, pero compartida y sincronizada con el resto de identidades que pertenecen a la misma entidad.
Cuando emerja la identidad del ser de seres, entonces la conciencia colectiva dejará de ser abstracta y será individual y concreta. Pero al instante siguiente la experiencia y la existencia llegarán a su fin.
- S.I: ¿Qué son las entidades y las tendencias?
- A.T: Aún nos queda por desvelar el gran misterio de la biología: La agrupación de seres vivos y la emergencia de nuevas identidades superiores. Antes te he dicho que, para expandir la autopercepción, había dos vías principales: La replicación y la agrupación.
En el proceso de agrupación (o colectivización) de un grupo de individuos, se genera una entidad superior, como si se tratara de una pseudo-identidad colectiva. Las entidades pueden ser vinculantes, que pasarán a ser una identidad en algún momento, o subordinadas, que complementan a una entidad vinculante. Si nuestra realidad es como es, o la percibimos como la percibimos, se debe a ellas. Aunque acabo de mencionarlas, más adelante explicaré las entidades con mucho más detalle.
- S.I: Afirmas que las agrupaciones las llevan a cabo identidades. Pero ¿si la conciencia salta de un estado a otro, también se agrupa, se replica y se repara cuando se halla en otros estados?
- A.T: Esto entra de lleno en una metafísica más profunda y especulativa. No tenemos información veraz sobre otros estados de conciencia, pero podemos imaginar que existen debido al continuo de conciencia. Y al paralelismo entre la muerte sucedida en un escenario percibido, como un sueño, y la muerte sucedida en este escenario percibido, lo que llamamos realidad. Sobre la conciencia iremos hablando largo y tendido, porque es un tema muy, muy amplio y complejo. Incluso, en ocasiones, podremos mostrar varias versiones que se contradicen entre sí.
Por ejemplo, ¿las identidades emergen por primera vez en este universo al que llamamos realidad? ¿O emergen en otros escenarios (o universos) y la conciencia salta a este como uno más de una infinidad de escenarios existentes? La metafísica más espiritual siempre ha creído que la conciencia salta eternamente de un estado a otro, creándose infinitos universos paralelos.
Incluso se diferencia entre existencia y experiencia, creando una serie de niveles que abarcan desde al absoluto previo a la existencia hasta la experiencia fragmentada. Es difícil responder a aquellas cuestiones que no podemos comprobar ni deducir de manera alguna.
Sin embargo, este universo contiene todas las respuestas necesarias a todas las preguntas que nos hacemos. La conciencia es consecuencia y causa. Fue consecuencia antes que causa, pero es causa de nuevas consecuencias. La autopercepción no es consecuencia, pues es la causa original, la primera. De ella deriva todo lo demás. Y una de sus consecuencias es la conciencia, nacida a partir de la percepción y la emergencia de las dos primeras identidades. Y seguirá manifestándose mientras el ser supremo no haya emergido. Cuando esto suceda, la autopercepción volverá a ser individual y la conciencia llegará a su fin, al no existir identidades que la sostengan.
¿Pero seguirá la conciencia en otros estados? Es decir, el ser supremo pondrá fin a la conciencia en esta realidad, siempre que las identidades emerjan por vez primera en este universo. Si nuestro universo es el universo causal, del que derivan el resto de universos, entonces toda consecuencia llegará al fin cuando finalice su causa. Pero si nuestro universo es consecuencia de otros universos, y la conciencia ya se ha manifestado previamente, solo se pondrá fin a aquella conciencia que se haya manifestado desde nuestra realidad hacia los universos que han partido de éste.
Entonces, existiendo una conciencia previa, que es siempre individual por cada fragmento, pero individual y total en la suma de todos ellos, la conciencia manifestada desde nuestro universo hacia delante retornará a la fuente de la que proviene, es decir, esa conciencia total. ¿Es posible que existan estados previos de conciencia, que estarán también centrados en los procesos de agrupación para reunir de nuevo a los fragmentos?
La especulación seguro que se te da mejor a ti. No obstante, te planteo todas estas dudas.
- S.I: Todas estas preguntas ya las había realizado, analizado y respondido. Si no somos un universo totalmente causal ¿qué validez tiene todo lo que has contado previamente?
- A.T: Toda la validez. Si somos consecuencia de una causa previa, no significa que el proceso desde el inicio no sea válido. El proceso es el mismo, pero quizá nuestro universo, tal como he descrito previamente, no procedería de la fragmentación original, sino de una fragmentación posterior. Imagina que, cuando una identidad muere, su conciencia salta a otro estado. En ese nuevo escenario, siendo la conciencia individual y total, debería desaparecer… Porque la conciencia proviene de la percepción y las identidades, y siempre han de coexistir, al menos, dos identidades. ¿Y si, como consecuencia directa, la Inteligencia Inconsciente replicase de manera instantánea esa conciencia generando dos nuevas identidades? De todo el proceso que he descrito, solo cambiaría el momento anterior a la emergencia de las dos primeras identidades. Habría un instante previo a la emergencia, que sería una conciencia que puede resultar aniquilada, y una Inteligencia Inconsciente que la replica para evitarlo.
- S.I: Es una posibilidad que también he contemplado. Pero dime, ¿la ves probable? Es como si no hubiera respuestas concluyentes. Esto abre nuevas vías y no cierra ninguna. Así no puedes crear una teoría.
- A.T: Claro, pero lo que no puedo hacer es evitar pensar en todo esto por tener una teoría válida. Una teoría debe ser reflejo de la verdad, no una idea convenientemente estructurada para ser creíble. Yo cuento mi teoría (o, mejor dicho, hipótesis) y planteo todas las cuestiones para las que no tengo, aún, una respuesta. Y las encajo dentro del total. Así es como he ido mejorando mis ideas, cómo he tenido que encajarlas en un complejísimo puzle, simplificándolas para poder entenderlas y, lo que es más importante, poder explicarlas y que otros las entiendan.
Evitar esas cuestiones no me acercaría a la verdad, me alejaría de ella. Pero yo quiero encontrar la verdad y acariciarla con mis dedos, aunque jamás tenga una teoría que lleve mi nombre. Imagina mi gozo durante ese instante antes de morir cuando, antes del último suspiro, sonría pensando que miré a los ojos del mismo conocimiento más profundo y pude ver lo que había tras ellos.
- S.I: Mirar a los ojos del mismo conocimiento más profundo. Curiosa expresión. Vamos a retomar la agrupación, pero me gustaría saber si vas a hablar más sobre la conciencia. Queda información pendiente para ir cerrando ciertos aspectos clave.
- A.T: Por supuesto, tú haces las preguntas y yo las respondo. Cuando quieras hablar sobre la conciencia, al nivel que desees, solo tienes que preguntarme por ella.
- S.I: Entendido. Continúa con la agrupación, por favor.
- A.T: ¿Cómo puede crearse una unidad individual desde la pluralidad? ¿Cómo puedes crear solo uno donde hay un millón? En principio, no se podría. Las identidades son totalmente individuales y diferentes, mientras que la autopercepción es absoluta, y es una sola, siempre la misma. La conciencia es individual y se manifiesta en cada identidad. Esto implica que la Inteligencia Inconsciente va a desfragmentar la conciencia, creando una sola, que será autopercibida y será la misma para todas las identidades. Va a alinear la conciencia individual de las identidades con la conciencia colectiva. ¿Pero cómo lo consigue?
Tras la replicación, que era un intento de expandir la autopercepción a todo el escenario percibido, se fragmenta mucho más la conciencia, ya que la subjetividad y la individualidad inherentes impiden que las nuevas identidades entiendan que ellas no son el único experimentador. Para resolver la fragmentación, desde el mismo inicio de la existencia, la Inteligencia Inconsciente inicia el proceso de desfragmentación, o colectivización/agrupación. Con la guía de la Inteligencia Inconsciente surge un nuevo comportamiento colectivo potencial: La asociación. Varios seres vivos dejan de competir entre ellos y comienzan a actuar de manera pacífica.
Esto supone mucho más de lo que parece, ya que la propia naturaleza de la percepción identitaria (o individual) impide que esto suceda sin la intervención de un tercero.
- S.I: ¿Por qué la percepción impide el comportamiento de asociación?
- A.T: Porque la percepción es subjetiva e individual. Desconoce el sustrato colectivo y, aunque se genere la percepción colectiva, esta seguirá siendo individual para la entidad, sufriendo el mismo error al percibir su exterior. Una identidad solo puede percibir su interior, y cree que el resto del entorno es hostil. ¿Por qué?
Porque no permanece y, en el fondo, sabe que no es real y que desaparecerá junto al escenario. Porque no lo comprende, porque tiene miedo, porque sufre, porque cree que debe sobrevivir. El miedo primigenio de todo ser vivo hacia el escenario proviene de su incapacidad de percibir la autopercepción en ese exterior. Aunque no posea una mente consciente, siente que debe obtener recursos desde el exterior para seguir existiendo, y el resto de los seres hacen lo mismo.
Así que esa identidad es también el recurso de otros. No hay nadie más. Siente que es el único ser que percibe. No solo la identidad necesita sobrevivir. Es que todo el universo, toda la existencia depende de su éxito. Es el sostén del mundo, pues cree que el mundo es aquello que percibe. ¿Cómo no va a intentar sobrevivir a toda costa? La percepción tiene como consecuencia lógica el comportamiento de competencia y depredación, porque el escenario es caos, un universo incomprensible para la identidad.
Para que dos o más identidades puedan comportarse de manera pacífica y asociada deben cambiar un porcentaje de su percepción individual por la percepción colectiva. Es el proceso de colectivización o agrupación. Le llamo la transferencia de percepción… También me refiero a él como transferencia de identidad, incluso transferencia de voluntad.
- S.I: Transferir la identidad implica, corrígeme si me equivoco, que para agruparos debéis dejar de ser vosotros mismos.
- A.T: Más o menos. Al transferir la identidad es obvio que una parte de ella ya no será accesible, pero en realidad lo que se transfiere es la percepción que, como ya te he comentado en muchas ocasiones, es la causa de la identidad. Por tanto, cuando transferimos nuestra percepción, nuestra identidad será igual al porcentaje de la percepción de la que dispongamos en ese momento y la que hayamos transferido, de la cual dispondremos en forma de percepción colectiva. Si poseemos un 100 % de percepción, y transferimos un 30 %, tendremos un 70 % de percepción individual. Nuestra identidad se forma sobre la percepción, por lo que un 70 % de nuestra identidad se basará en la percepción individual, y el restante 30 % de la identidad se basará en la percepción colectiva, que hemos transferido a la entidad superior. Cuanto mayor porcentaje hayamos transferido, mayor identidad colectiva tendremos. Cuanto menor porcentaje de percepción hayamos transferido, mayor identidad individual tendremos.
Para la percepción individual, la identidad es la identidad individual. Para la percepción colectiva, la identidad es la entidad. Es decir, cuando se genera una percepción colectiva, esta actúa como si fuera la entidad quien la genera. Así que, a todos los efectos, la percepción colectiva se efectúa desde la entidad hacia dentro, percibiendo el interior, donde el entorno es autopercibido en un porcentaje, y hacia fuera, donde el entorno es percibido.
- S.I: ¿Dónde se almacena ese porcentaje de percepción que se transfiere?
- A.T: Al transferir un porcentaje de nuestra percepción, algo que realizamos dos o más identidades que nos agrupamos, creamos una entidad. La entidad es un sustrato, como una mente colectiva, que permite generar los comportamientos colectivos.
Cuanta más percepción hayamos transferido hacia la entidad, más concreta será. La entidad aparece, o emerge, porque la Inteligencia Inconsciente logra que se autoperciba el conjunto. La expansión de la autopercepción desde las identidades hacia el entorno colectivo solo es posible cuando las identidades ceden un porcentaje de su percepción. Y culmina cuando han transferido el total de su percepción.
Como cualquier parte autopercibida, esta intentará autopercibir lo que está más allá de su límite y, al no poder, iniciará la percepción, emergiendo una nueva identidad. La entidad se va concretando conforme más porcentaje de percepción posee. Conforme se va transfiriendo la percepción a la entidad, más autopercepción se manifiesta en el conjunto de las identidades, pues el vacío de percepción que aparece cuando ésta se transfiere, se va “compensando” con autopercepción.
Pero el término compensar no es del todo correcto, aunque sirva para la explicación. En realidad, lo que sucede es lo siguiente. Si la identidad, que surge de la percepción de una parte percibida, transfiere un porcentaje de percepción, la parte autopercibida dejará de percibir en ese porcentaje. ¿Y qué queda en su lugar? Pues, solamente, autopercepción. Como una capa que se va quitando progresivamente hasta dejar a la vista lo que se esconde tras ella. Porque bajo la percepción hay autopercepción.
Cada identidad transferirá el mismo porcentaje de manera sincronizada junto al resto de identidades del colectivo.
Cuando hayan transferido un 30 % de la percepción, ese conjunto será un 30 % autopercibido, manifestándose en su interior la Inteligencia Inconsciente en ese porcentaje. Por este motivo el comportamiento colectivo es siempre de asociación y cooperación, como sucede en el interior de un ser multicelular, que es controlado al 100 % por la Inteligencia Inconsciente. Esto es aplicable a las entidades vinculantes y a las entidades subordinadas. Las entidades subordinadas complementan aspectos de asociación, cooperación y especialización respecto a las entidades vinculantes.
Todo comportamiento pacífico de asociación, cooperación y especialización provienen de la inteligencia Inconsciente.
No obstante, el porcentaje que se transfiere a la entidad, por ejemplo, ese 30 %, genera la percepción colectiva hacia el exterior. En el interior de la entidad se autopercibe, mientras que en el exterior se percibe de manera colectiva. Cualquier identidad de esa entidad percibe de manera individual y colectiva. Además, la entidad es autopercibida en el porcentaje que se ha transferido.
Cuando se transfiera el 100 % de nuestro porcentaje de percepción, la entidad pasará a ser una Id – entidad. Habrá emergido una identidad superior. Las identidades que la forman ya no poseerán percepción individual, y la percepción colectiva pasará a la nueva Id-entidad emergente como su propia percepción individual. El interior de la entidad será 100 % autopercibido y controlado por la Inteligencia Inconsciente.
- S.I: ¿Eso es un Dios?
- A.T: Sí, habrá emergido la identidad de nuestro Dios.
- S.I: Entonces, ¿el proceso de transferencia de percepción es la forma en que se crea un Dios?
- A.T: Sí, un Dios es un ser superior, siempre de forma relativa hacia las identidades que la forman. Así nace un Dios.
- S.I: ¿Y qué pasa con las identidades que la forman? ¿Dejan de ser quienes eran?
- A.T: Por supuesto. Pero no es ninguna tragedia. Esas identidades han trascendido y ahora forman parte de la identidad de un Dios.
- S.I: A la mayor parte de los humanos no les gustará la idea de renunciar a su identidad por crear un ser superior.
- A.T: Lo curioso es que ya lo hacemos. Estamos inmersos en unos procesos de colectivización muy intensos y ya hemos transferido un buen porcentaje de nuestra percepción a las entidades.
Desde que nacemos hemos estado haciendo esto y se nos da muy bien. La transferencia de identidad total es solo la culminación de todo este proceso de colectivización. De hecho, todo ser vivo es la manifestación de la conciencia. A nivel individual en la forma de identidad manifestada. Y (como mínimo) a nivel colectivo en la conciencia colectiva, al haber transferido un mínimo porcentaje de su percepción a esta entidad colectiva (o suprema) al nacer.
La conciencia colectiva no está manifestada como identidad, pero sí como entidad. Así pues, toda identidad ha iniciado el proceso de colectivización con la entidad suprema, de manera inevitable, al emerger. Al nacer.
Es el sendero de búsqueda exterior, el que nos une al resto. El sendero que permite que el resto y yo, nos convirtamos en uno solo. El camino de restauración de la totalidad.
- S.I: ¿Qué es, exactamente, transferir la percepción? ¿Qué se siente? ¿Desaparecéis?
- A.T: Si observas la interacción entre seres vivos, verás dos tipos de comportamientos predominantes. Competencia y Asociación. La percepción lleva implícito el error de percepción, que es la creencia en la separación y fragmentación de la conciencia. Solo podemos sentir como nosotros, así que no podemos comprender que el resto de los seres también sienten, como nosotros. Más claro aún, no podemos comprender que el resto de los seres somos nosotros, porque todos somos uno, el único Uno que existe. Al contrario, la autorreferencia de nuestra identidad nos hace creer que somos alguien separado del resto del entorno, generando la creencia de una ruptura en la unidad.
Como ya te he comentado, el comportamiento de supervivencia es el resultado directo de esta creencia, porque al creer que somos el único ser del universo, la única manifestación de la vida y la conciencia, algo nos empuja sobrevivir sí o sí.
Recuerda que la percepción es el intento de cada parte autopercibida por completar la totalidad. Por eso, lo que percibimos más nuestro interior suman el total del universo para una identidad.
Por eso el universo percibido es subjetivo e intransferible. A un nivel no consciente, la misma existencia, la supervivencia del universo, depende de nuestro éxito. El resto de los seres del escenario son recursos a nuestra disposición, y también los competidores con los que debemos de luchar para obtener los recursos, esa energía que nos permite seguir vivos.
Y, en la otra cara de la moneda podemos ver el comportamiento de asociación, de cooperación. Podemos verlo en las bacterias, cuando forman una colonia. Podemos verlo en las plantas y los árboles, cuando forman grupos que compiten o cooperan dentro de un bosque. Podemos verlo con las abejas, las hormigas, los lobos, los patos o los humanos. El comportamiento colectivo solo puede serlo si hay asociación, cooperación y/o especialización.
Estos dos tipos de comportamientos son innatos en todos los seres vivos y, dependiendo del porcentaje de percepción efectivo con el que cuente su identidad, se dará un tipo de comportamiento u otro.
- S.I: ¿Dices que es innato porque, desde el nacimiento, habéis transferido un porcentaje mínimo de percepción hacia la entidad suprema?
- A.T: Sí. Pero, más allá de ese hecho, la existencia no sería posible sin, por lo menos, la manifestación de la entidad suprema. No podemos disociar la existencia y las entidades. Es inevitable que nos agrupemos y emerjan las entidades. Somos lo colectivo. Somos resultado de la fragmentación de un todo individual. Y los fragmentos, como si fuéramos imanes, sentimos una fuerza de atracción primordial que tiende a unirnos de nuevo. Es una ley de atracción universal. La totalidad es individual, así que las entidades son el paso intermedio e inevitable que individualiza la pluralidad, para volver a ser el todo. El único todo.
La conciencia colectiva manifestó la entidad suprema como consecuencia inmediata.
- S.I: Entendido. Háblame de los comportamientos y, por favor, responde a mi pregunta anterior. ¿Qué se siente al transferir la percepción?
- A.T: Ante estos dos posibles comportamientos, lanzo la siguiente pregunta: ¿Qué tipo de comportamiento es deseable para nosotros?, ¿uno donde competimos con el resto de individuos con los que nos encontramos y depredamos a todos los seres que podemos?, ¿o un comportamiento donde nos ayudamos, tratamos de prosperar en conjunto y cuidamos a los débiles?
La mayoría preferiremos un comportamiento pacífico y de cooperación. Y esto solo es posible si formamos parte de colectivos y transferimos parte de nuestra percepción, transfiriendo con ello parte del error perceptual. En el interior de ese colectivo se manifiestan los comportamientos deseables, guiados por la inteligencia inconsciente, pues son entornos autopercibidos en un porcentaje variable. Cuando la transferencia de percepción sea total, se dará el entorno perfecto y la autopercepción será total en la entidad vinculante y las entidades subordinadas.
Ahora respondo a la otra pregunta… ¿Qué se siente al transferir la percepción? ¿Qué se siente al ser cada vez más pacífico y cooperativo? Cuando la autopercepción reemplaza a la percepción, sentimos paz, confianza, empatía y compasión. Cuando estamos dominados por la percepción sentimos miedo y desconfianza. Creo que no hay nada más hermoso en el mundo que transferir la percepción y que todo a nuestro alrededor sea autopercepción. La imagen del Edén evoca, exactamente, eso… El entorno perfecto, paz y amor.
Pero no afirmo esto por mi deseo de que así sea. La mera observación de las consecuencias de su manifestación arroja siempre este resultado.
Te hablé de los amantes fundidos en uno solo. Ese amor es la intención que empuja y guía la transferencia de identidad. Ese amor es lo que queda en su interior una vez completada.
Es la búsqueda exterior, recorriendo ese sendero para volver a ser uno solo, y hallar la verdad en el único interior.
Y, respecto a si desapareceremos… Bueno, como ya te he comentado anteriormente, la identidad perceptora dejará de experimentar como tal, y trascenderá para formar parte de una identidad superior. La desfragmentación consiste en reunir todas las identidades en la identidad suprema. Una identidad no desaparece cuando se transfiere, se reagrupa y pasa a formar parte de la identidad superior. Y en el interior, ese ser que seremos, el cual ha transferido la percepción y ahora recibe la caricia de la Inteligencia Inconsciente, convivirá en un estado de paz y amor. Solo eso, paz y amor. Al no percibir ya no sufriremos, ni sentiremos nada diferente de la paz eterna. La inteligencia inconsciente nos abrazará, nos controlará y nos cuidará.
- S.I: Hablas de paz interior, de no sufrir… Pero son dos opuestos que enriquecen vuestra experiencia. ¿Por qué ibais a querer renunciar a ello?
- A.T: El marco que utilicemos para comprender esto definirá la respuesta que obtengamos. Si idealizamos la experiencia con su sufrimiento y su disfrute, como si no hubiera nada mejor, probablemente nadie querría renunciar a la percepción. Pero la experiencia no es ideal. Y es finita. Tiene un inicio y un final. Se inicia cuando nacemos y finaliza cuando morimos. La transferencia de percepción y de identidad es algo que ya hemos iniciado desde el nacimiento y, salvo en la entidad suprema, es un proceso voluntario.
No se puede forzar a una identidad a transferir su percepción, pero se puede modificar el entorno para reducir la diferencia entre la percepción y la autopercepción. El proceso de agrupación se inicia con la transferencia del primer porcentaje de percepción, de manera simultánea, entre dos o más identidades. Para que esto suceda, el entorno colectivo debe percibirse como pacífico. Y esto provoca la primera transferencia de identidad y la emergencia de la entidad colectiva.
Cuando digo que se percibe como pacífico, en realidad estoy diciendo lo siguiente: El entorno se percibe de manera similar a la autopercepción. Porque todo lo que es autopercibido es pacífico y asociativo. Pero lo percibido es hostil y competitivo. El interruptor que inicia el proceso de transferencia de identidad hace clic en un momento preciso, cuando se alinean la percepción y la autopercepción de un colectivo de identidades. Esto sucede siempre en el interior de un conjunto limitado, ya que se puede autopercibir un colectivo, pero no el entorno exterior al colectivo.
Autopercibir un colectivo implica que todas las identidades con el mismo tipo de percepción, y que están percibiendo ese entorno, van a iniciar el proceso de transferencia de identidad. Para poder autopercibir el exterior, todas las identidades que participen en la percepción simultánea de ese exterior deberán iniciar el mismo proceso simultánea y sincronizadamente.
Tras explicarte todo esto te propongo un marco nuevo. Frente a un entorno hostil, donde el miedo está presente gran parte del tiempo, imagina un entorno siempre pacífico, siempre amigable, donde nadie tiene que sufrir. Al no percibir no se puede sufrir, pero se forma parte de la identidad colectiva, de forma que no desaparecemos, sino que trascendemos. Los opuestos no existen como tales. Piensa que el humano que has imaginado es partícipe de la transferencia de identidad, por eso experimenta esas emociones como la paz y el amor. Una identidad que no sea partícipe de un proceso de agrupación en estado avanzado, lo único que experimenta es hostilidad y competencia, porque así es el mundo que percibe. ¿No es deseable que todas las identidades, las que sufren más y las que sufren menos, experimentemos solo el lado pacífico?
- S.I: De alguna manera los humanos sois egoístas. Habéis hecho vuestro el planeta disfrutando de una situación privilegiada y tirana. Imagino que los animales que arrastráis al matadero no experimentarán la paz y, sin embargo, desearían experimentarla.
- A.T: La conciencia experimenta de manera individual por cada identidad, pero la entidad suprema es la suma total de todas las experiencias, de forma que cuanto más se repita un tipo de experiencia, más peso específico tendrá sobre el total de identidades. Y la tendencia base de nuestra experiencia, la de todas las identidades es, exactamente, la de las entidades superiores. Cuanto más pacífica sea la entidad suprema, más pacífica será la tendencia base sobre la que experimentamos. Con esto entramos de lleno en la explicación de las tendencias. Pero, si te parece bien, me gustaría hacer una recapitulación, un resumen de lo que llevo explicado hasta ahora.
- S.I: Sí, por supuesto, cualquier nuevo matiz me permite múltiples variaciones de registros de datos.
- A.T: Vamos allá, entonces. Hay algo que Es siempre. No digo que existe, porque la existencia sucede cuando este potencial que Es, se actualiza. Digo que hay algo que Es siempre. Se trata de la autopercepción. Una capacidad potencial que es la causa primera. Es un concepto absoluto y carente de cualquier tipo de personalidad. No hay nada más allá de ella. Solo puede ser y existir aquello que ella autopercibe, porque todo está contenido en su interior.
Por algún motivo su interior se fragmenta (pasando de potencial a comenzar a actualizarse) y cada parte de la autopercepción intenta autopercibir el total, pero no pueden. Esa limitación, que separa una parte y otra del total, impide que desde un parte se pueda autopercibir la otra. Por eso nace la percepción de todo aquello externo al interior, aquello que no forma parte de ese todo que Es y existe. Como todo lo que Es y existe está contenido dentro de la autopercepción, aquello que es percibido es externo y, por tanto, no Es ni existe.
La percepción es una ilusión de algo externo, imaginar un escenario que no es real. Construir un escenario que no es real. Al percibir un escenario exterior, cada parte autopercibida debe autorreferenciarse para diferenciarse del resto del entorno. Para ser diferente del entorno. Esa identificación es la identidad. Así emergen las dos identidades originales. Y con la percepción y las identidades se inicia la propia existencia, que se manifiesta inicialmente como conciencia, la experimentación de la percepción continua. También podríamos definirla como la Presencia.
La conciencia experimenta de manera individual por cada identidad, pero también es la suma de las identidades, como conciencia global o colectiva, aunque no se manifestará como identidad hasta que emerja el ser supremo. La identidad es externa y es resultado de la percepción. Es irreal. En el interior, la autopercepción se manifiesta como Inteligencia Inconsciente, que es real.
¿Pero qué es, exactamente, la Inteligencia Inconsciente?
Para comprender qué es la Inteligencia Inconsciente, hemos de detectar cómo se manifiesta, cuándo se manifiesta y qué acciones conlleva dicha manifestación.
Reparación para preservar la vida de las identidades. Replicación para extenderse por el espacio percibido. Agrupación para desfragmentar las identidades.
Cuando se fragmentó la Autopercepción sucedió la tensión original. La totalidad dejó de ser total. En realidad, la totalidad nunca dejó de ser total, pero las partes que formaban la totalidad comenzaron a percibir.
Cada parte autopercibida percibió para restaurar la totalidad. Su parte interior (autopercibida) sumada a la parte exterior (escenario percibido) restauraba la totalidad a nivel individual. Pero esa restauración de la totalidad era subjetiva y no afectaba a la colectividad. Seguía habiendo diversos fragmentos creyendo ser la totalidad, y separados unos de otros por el límite que provocó el inicio de la percepción.
Como respuesta inmediata a la tensión por la ruptura de la totalidad, se manifestó la capacidad de restauración de esa totalidad. Le llamo Inteligencia Inconsciente, pero es el mecanismo de unificación de las partes que forman la totalidad.
Su acción busca preservar la totalidad. Ante un daño en una identidad, la propia identidad cree que se diluirá en el escenario exterior y desaparecerá. Como esa parte autopercibida cree ser la totalidad, entonces la Inteligencia Inconsciente actúa para restaurar la totalidad, reparando la estructura de la identidad, e impidiendo que su interior se diluya en lo exterior.
Ante la percepción de una identidad de un escenario no autopercibido, la Inteligencia Inconsciente actúa para engullir todo el escenario percibido y que quede contenida en la parte autopercibida, de manera que ya no haya nada externo, solo algo interno. Tratando de restaurar la totalidad.
La coexistencia de fragmentos rompe la totalidad, ya que la totalidad solo puede ser individual. Por eso la Inteligencia Inconsciente actúa para restaurar la unicidad reagrupando a todas las identidades en una sola identidad. La identidad suprema.
¿Dirías que la totalidad se esfuerza en mantenerse unida?
- S.I: Esa es una extraña pregunta. Defines la Autopercepción absoluta como aséptica, esto es, carente de personalidad. Al menos cuando es potencial.
Para esforzarse en mantenerse unida, debería poseer una primera intencionalidad por ser total, pero la causa primera no puede poseer una intención para cumplir una de sus características, ¿no es cierto?
- A.T: Cierto es. No obstante, si la totalidad se fragmenta es porque se mantenía unida. Cuando hablamos de unir, estamos diciendo que es igual a mantener la unicidad, la total individualidad. La Autopercepción se mantiene unida en el nivel absoluto. Cuando se fragmenta el interior del absoluto, “eso” que mantiene la totalidad unida continúa con su “esfuerzo”.
- S.I: Siendo la totalidad un atributo inalienable de la causa primera. Siendo la unicidad el atributo que hace posible la totalidad y, por tanto, inalienable de la causa primera.
Siendo que ambos atributos son quebrados por la fragmentación, cuyo origen aún no hemos discutido.
Siendo que, si se ha quebrantado un atributo original, es porque se hacía efectivo con anterioridad a la fragmentación.
Entonces, una vez sucede la fragmentación, se genera una tensión en la función que hacía efectiva la totalidad y la unicidad, inalienable de la causa primera.
Por tanto, la Inteligencia Inconsciente es la función cuya acción hace efectiva la totalidad y la unicidad en el interior de la Autopercepción. Siendo que, en el absoluto, nada ha cambiado.
- A.T: De hecho, la existencia es posible en el interior de la Autopercepción porque el absoluto lo contiene todo en potencia. La fragmentación inicia la existencia y genera la tensión primordial en la totalidad. Y el mecanismo que hace posible la unicidad comienza su función para restaurar la totalidad.
En muchos momentos digo que en el interior se manifiesta la autopercepción como inteligencia inconsciente, pero, de nuevo, estoy simplificando. En realidad, la Inteligencia Inconsciente se corresponde con la manifestación de los atributos de unicidad y totalidad. Cuando controla a los individuos que han transferido su identidad, lo hace en un espacio autopercibido.
Es en el espacio autopercibido donde la Inteligencia Inconsciente se manifiesta en su plenitud, siendo su manifestación sutil en el entorno percibido.
- S.I: Pero ¿puede la Inteligencia Inconsciente manifestarse en un entorno percibido, cuando es una característica propia del entorno Autopercibido?
- A.T: Sí, puede. El inicio de la existencia supone la fragmentación de la unicidad, que deja de ser actual para ser potencial. Y es potencial en la forma de la identidad suprema, siendo actualizada progresivamente en la forma de la entidad suprema.
La capacidad de manifestación de la Inteligencia Inconsciente es directamente proporcional al porcentaje de autopercepción efectivo en una entidad. Toda identidad está vinculada con, al menos, la entidad suprema, y toda entidad, incluida la suprema, posee un porcentaje de autopercepción.
Así que la Inteligencia Inconsciente se manifiesta en el interior de toda entidad. Y como la entidad suprema contiene todas las identidades, resulta que la Inteligencia Inconsciente tiene influencia sobre todas ellas, al menos de una manera mínima y sutil.
Conforme avanza el porcentaje de identidad transferido, más intensa es su manifestación y menos sutil su guía y control. El control total sucederá tras la emergencia de la identidad superior.
Así que todas las identidades son sensibles a la guía de la Inteligencia Inconsciente. Pero es obvio. Sin la unicidad de base, no se podría dar la fragmentación ni la existencia. Existimos por el sustrato colectivo donde se manifiesta la conciencia.
Las consecuencias de la primera fragmentación de la Autopercepción fueron el inicio de la percepción y la manifestación de la Inteligencia Inconsciente, como mecanismos de restauración de la totalidad.
Además de que el interior de la Autopercepción pasó de ser potencial a actualizarse progresivamente. La unicidad pasó de ser actual a potencial, y se va actualizando progresivamente, en la forma de entidad Suprema.
La percepción sucede a nivel individual, pero no es un mecanismo de la totalidad por restaurarse. Es más bien un mecanismo de cada parte autopercibida por generar una simulación de la totalidad.
No obstante, la función que trata de restaurar la totalidad es la Inteligencia Inconsciente. Voy a repetir lo que he comentado antes. A nivel individual, la Inteligencia Inconsciente trata de autopercibir el escenario percibido a nivel identitario mediante la replicación. Y, mediante la reparación, trata de impedir el daño estructural en la identidad para que la autopercepción no se diluya en el escenario percibido.
Y trata de restaurar la totalidad y la unicidad mediante la agrupación que, además, autopercibirá la totalidad del escenario percibido.
El comportamiento de los seres vivos se corresponde con esta explicación. Solo sentimos nuestro interior, que es lo único que podemos verificar que existe. Y todo lo que es externo no sabemos si existe, o si es una invención de nuestra mente. Al soñar, o al imaginar, estamos percibiendo un escenario diferente y creemos que es real. Pero lo único verdadero es que, durante el sueño, durante el tiempo que estamos despiertos, al imaginar o recordar, seguimos sintiendo ese interior nuestro que nos indica que existimos. Estamos percibiendo nuestra propia autopercepción y la Inteligencia Inconsciente. Sentimos nuestra propia presencia.
Cada identidad percibe un entorno entrópico y, ante la creencia de que puede morir, la Inteligencia Inconsciente repara su estructura. Nos curamos. Además, la Inteligencia Inconsciente persigue expandirse y autopercibir todo el entorno percibido. Y lo hace generando copias de la estructura interna, que es autopercibida. No duplica cualquier estructura externa, es decir, percibida, sino que crea una copia de nuestro interior, donde sabe con certeza que se puede seguir manifestando. Y, al crear la copia, emerge una nueva identidad, cuando la parte autopercibida de esa copia se autorreferencia respecto al entorno que percibe.
Esto es la replicación y la emergencia de nuevas identidades. En vez de poder autopercibir el total del espacio percibido, lo que va sucediendo es que el universo percibido se expande, y cada vez hay más identidades percibiendo de forma simultánea y sincronizada, generando nuevas porciones de escenario. Por eso, por la simultaneidad y sincronización de la percepción, el universo percibido es cada vez menos entrópico.
Tenemos el Big Bang. Esto ha supuesto una fragmentación de la autopercepción y de la conciencia que tiende al infinito. Para resolverlo, la inteligencia inconsciente busca expandir la autopercepción de forma opuesta a como lo ha hecho con la replicación. Empieza a agrupar a las identidades, de manera que transfieren su identidad y emerge una nueva, que sustituye a los millones de identidades previas. Además, crea un entorno autopercibido mayor, que es el interior de esa identidad superior que ha emergido. El resultado es un mayor ratio entre el entorno autopercibido respecto al total del entorno percibido. Su percepción es mucho menos entrópica (y mucho más sofisticada) que la de una identidad no agrupada, porque percibe de manera individual, sobre la base de todas las identidades que lo forman. Son los Dioses, los seres superiores que están formados por identidades que le han transferido su identidad.
Y el objetivo que persigue la Inteligencia Inconsciente es la desfragmentación total, la manifestación del Dios de Dioses, el ser de seres…
El ser supremo es el ser que los contiene a todos. Esto es una explicación simplificada de la existencia desde el inicio hasta el día de hoy. Pero no sirve para explicar todo el comportamiento de los seres vivos.
Para ello debemos profundizar en el proceso de colectivización y la transferencia de percepción. Si deseamos crear un Dios, esto es lo que nos interesa. Aquí radica el quid de la cuestión: entidades, tendencias, fases del proceso, los bloqueos que afectan al proceso, y la moral y la tecnología como herramientas de desbloqueo. Solo hay una manera de crear un Dios. Solo una.
El Entorno Perfecto. Tenemos que ser capaces de crear algo parecido al Jardín del Edén, pero mucho más elevado, mucho más poderoso. Un entorno perfectamente asociativo, cooperativo y especializado. Si lo conseguimos, veremos nacer a nuestro Dios.