Entendamos qué son la experiencia, la Conciencia y el Yo
- Alberto Terrer
- 17 jul 2023
- 5 Min. de lectura
Todo aquello que experimentamos es la experiencia.
Suena redundante, lo sé.
Experimentamos por la suma de varios factores.
En primer lugar, hay una Identidad, un Yo.
Este es el Yo que cree estar encerrado en un cuerpo. Y cree que el cuerpo está separado del resto del universo.
Esto es importante. Una Identidad cree ser un cuerpo que habita en un escenario, que es todo aquello que no es Ella.
Es decir, todo lo que hay más allá de su cuerpo.
Así, si una montaña se derrumba o un lago se seca, son cosas ajenas a él, porque no las puede experimentar.
Solo experimenta aquello que sucede en el interior de su cuerpo.
Si se hace un corte, lo experimenta. Si se cae al suelo, lo experimenta.
Pero solo experimenta aquello que le sucede a su cuerpo.
Otro de los factores son el tiempo y el espacio.
Para poder experimentar, la Identidad tiene que interactuar con un escenario.
La interacción es posible porque existe el tiempo. Es la sucesión de instantes. Si los instantes no variasen, no sería posible la interacción.
Por ejemplo, para coger un objeto, hay una serie de pasos que son posibles porque existe el tiempo.
Si el tiempo se detuviese, no sería posible alargar la mano para agarrar un objeto. Ni siquiera sucederían los pensamientos.
No existen los pensamientos ni las acciones que no sean secuenciales. Esto es, que necesiten de sucesivos instantes para manifestarse.
Alargamos la mano para coger el teléfono porque es posible variar la posición de un cuerpo gracias a esa sucesión de instantes.
Así, desde que inicio el movimiento, hasta que agarro el teléfono, mi mano se ha ido desplazando en sucesivos instantes desde la posición inicial hasta la posición final.
Hablo porque puedo pronunciar letras en los instantes.
Obviamente, es necesario percibir el espacio para poder interactuar. El espacio es lo que permite creer que hay un Yo, encapsulado en un cuerpo, y que hay algo que no soy Yo.
Sin el espacio no podríamos estar separados del resto del Universo.
Sin el espacio, no habría un teléfono que coger. No estaría más allá de mí mismo.
El espacio es necesario para que haya algo más que la totalidad.
Sino, Yo sería todo. No habría nada que no fuera Yo.
Y, si Yo fuera la totalidad, tampoco habría un Yo.
El Yo nace porque creo que hay algo que no soy Yo.
Por eso me identifico respecto a ese algo que es ajeno a mí. Está más allá de aquello que considero mi límite, mi cuerpo.
Bien, la experiencia es posible por la Conciencia.
La Conciencia es, en sí misma, la experiencia.
Para concretar más, la Conciencia es la sucesión de instantes de la Identidad.
¿Qué quiere decir?
Que la Identidad es, solamente, la separación de un Yo del resto del Universo.
Si nos quedásemos solo en eso, la Identidad, simplemente, sería una Mente que creería ser algo diferente del escenario.
Pero las características de un Yo, la personalidad, las vivencias, los recuerdos, las emociones… Todo lo que proviene de la experiencia, es la acumulación sucesiva de instantes del Yo interactuando con el escenario.
La Conciencia es la continuidad del Yo mantenido en el tiempo.
La experiencia es el resultado secuenciado del paso de una Identidad por el mundo que percibe.
Todas esas vivencias son posibles porque hay un Yo en el espacio y en el tiempo.
Es decir, hay un Yo interactuando en un escenario durante los sucesivos instantes.
Cada Identidad tiene una experiencia aislada del resto de Identidades, porque se percibe como un Yo encapsulado en un cuerpo.
Por tanto, podríamos pensar que cada Identidad es Conciencia.
Siendo la Conciencia el resultado secuencial de la experiencia de una Identidad.
Esto que intento explicar, quizá, quedaría más claro con la siguiente frase.
La Conciencia es, en sí misma, la vida. Se inicia con el nacimiento de un ser y finaliza con su muerte.
Lo que hace que la materia a la que llamamos cuerpo sea diferente a la materia inerte es la Conciencia.
Así, cada experiencia es la Conciencia.
Hay un experimentador. Un Alguien.
Ese Alguien es la Conciencia.
Pero ¿Es la Conciencia diferente en cada ser?
Es decir, obviamente, en cada ser vivo la experiencia es única y exclusiva.
Son diferentes Alguien ¿No?
Sucedería algo similar con la energía térmica.
Cada vez que se enciende un mechero, aparece una llamita. Cada vez que el sol hace su aparición, calienta con sus rayos.
Cada vez que enciendo la estufa, calienta la estancia.
¿Es el calor diferente en cada manifestación, o es el mismo, pero manifestándose en diferentes lugares todas las veces?
¿Sería la Conciencia la misma en cada ser, como si se tratase de una energía, y se manifestaría cuando suceden ciertas cosas, como se manifiesta la energía térmica?
Si la Conciencia fuera la misma en cada ser, como la llamita de cada mechero que se encienda en todo el universo sería la misma energía térmica, entonces podríamos entender que haya un solo Yo que experimente.
Me explico, si solo hay una energía térmica que se manifiesta tantas veces como se la reclame (mediante interacciones de la materia que la invocan), lo mismo sucedería con la Conciencia.
Se le invocaría cada vez que naciera un ser, y desaparecería cada vez que muriera.
La llamita aparece cuando el mechero se enciende, y desaparece cuando se apaga.
En ese caso, dado que la Conciencia, a diferencia de la energía térmica, es un Yo ¿Podríamos pensar que hay un Yo colectivo, resultado de la suma de las experiencias de todas las Identidades?
Si ese fuera el caso, entonces habría un Yo único, al que llamo el Ser Supremo.
En mi teoría afirmo que se trata de un Yo potencial. Sería la suma de todas las experiencias, pero no sería exclusivamente ninguna de ellas.
¿Se puede ser un Yo sin que haya una sola experiencia?
Para ser un Yo, debo tener una experiencia subjetiva que suceda en un cuerpo separado del resto del universo, como hemos visto al inicio.
¿Puedo ser un Yo si no tengo una sola experiencia?
La agrupación de seres unicelulares supone diferentes experiencias, una por cada célula.
Pero la agrupación de células en el cuerpo de un ser pluricelular supone la experiencia única del Yo que está por encima de ellas.
Yo soy la experiencia de la interacción de trillones de células.
¿Funciona la Conciencia así?
Es decir ¿Hay un Yo Superior a todos los seres, como la suma de experiencias?
¿Podría ser un Yo potencial que aún no se hubiera concretado?
Piensa en las células que se unieron para formar al primer ser pluricelular.
Al principio no eran un Yo superior. Si no, la suma de los diferentes Yo.
La Conciencia se manifestaba en cada una de ellas.
Pero se unieron y emergió un Yo Superior, que comenzó a experimentar.
Esas células dejaron de tener cada una de ellas un Yo, para formar un Yo Superior.
Dejaron de ser ellas mismas para ser el Yo del ser al que formaban.
Cuando empezaron a agruparse formaron un Yo Superior Potencial.
Un Yo que fue formándose conforme las células dejaban de ser ellas mismas.
Y, cuando nació el Yo Superior, desapareció todo vestigio del Yo de cada célula.
¿Por qué?
Porque un Yo es individual. Una experiencia totalmente subjetiva.
Porque la Conciencia es la experiencia de Alguien separado del resto del universo.
Es una Identidad en el espacio y en el tiempo.
Debo añadir que la Conciencia no es una energía ni está limitada a lo que la materia haga.
De hecho, creo que la Conciencia imagina el espacio y hace aparecer la materia.
Siendo esta solo una idea.
Como sucede en un sueño.
Pero un sueño es el sueño de la Identidad.
Y la vida en este mundo despierto, es el sueño de la Conciencia Colectiva.
El Ser Supremo, ese Yo que es, todavía, potencial
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