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Estás loco, eso que dices es absurdo y no se puede hacer.

  • Alberto Terrer
  • 1 jul 2023
  • 3 Min. de lectura

La buena noticia de cuando alguien cree que lo que planteo no se puede hacer, es que no tiene nada que temer.


Si está en lo cierto, lo intentaré, fracasaré y me rendiré.


Si el problema es que crees que estoy equivocado, perfecto.


De verdad, mi trabajo no es convencer a nadie.


Pero creo que todo es imposible hasta que alguien lo hace. No hay más.


Si esto es imposible de hacer y, además no tiene sentido, entonces mi proyecto del Nuevo Edén no llegará a ningún lugar.


¿Qué lograré?


¿Un Entorno Intervenido?


¿O tampoco lograré eso?


Es decir ¿En qué punto no tengo razón?


¿En ninguno de ellos? ¿Solo en algunos?


¿Se puede crear un lugar pacífico creando unas reglas de comportamiento?


¿Sí, o no?


Si la respuesta es un No, entonces dime ¿Por qué puedo adoptar un cerdo, un perro, un gato, una gallina, un conejo, un loro y un ratón y lograr que vivan sin hacerse daño?


¿No se debe, específicamente, a que he creado unas reglas de convivencia que han asimilado, generando unas nuevas creencias que modifican sus comportamientos?


¿No se debe a que han aprendido a convivir?


No se trata solo de que no se maten por miedo al castigo. Se trata de que, además de no matarse, aprenden a llevarse bien.


El gato se tumbará junto al conejo y el perro, incluso jugarán.


Lo mismo sucederá con el cerdo, el loro y el ratón.


Probablemente, todos nos subamos al sillón y nos quedemos durmiendo juntos, sin matarnos, sin hacernos daño, sin siquiera contemplar esa posibilidad.


Por tanto, si he podido hacerlo en un hogar sin el uso de tecnología y con una sola persona al frente… ¿Por qué no iba a poder lograrlo en un entorno gigante, con un equipo de expertos numeroso y con los medios económicos y tecnológicos suficientes?


Pongamos que puedo lograrlo, la pregunta más adecuada que nos haríamos (al menos para mí) sería esta:


¿Para qué?


Aquí radica el quid de la cuestión.


Si creo en mi teoría, tengo un motivo para hacerlo o, al menos, para intentarlo.


Pero si no creo en mi teoría ¿Por qué deseo crear un entorno intervenido?


Si quiero crear un entorno intervenido, de alguna manera creo que hay un interés legítimo para ello.


¿Cuál es ese interés?


¿Creo que la vida surge por azar, que evoluciona y que la moral es una posible consecuencia aleatoria del desarrollo cerebral que tenemos actualmente?


Si es así ¿Por qué voy a crear un entorno intervenido y pacífico?


Si la hipótesis del azar es cierta, dentro de mil años, quizá, no quede ni rastro de mi iniciativa.


O, al menos, dentro de un millón de años. Entonces ¿Qué sentido tiene?


Si mi hipótesis es cierta, al crear el Nuevo Edén emergerá un Ser Superior. El Nuevo Edén nunca podrá desaparecer porque será el interior de un “Dios”.


Si no estoy en lo cierto, ese proyecto desaparecerá cuando la tecnología que lo haga funcionar falle. Tardará un año o mil millones de años, pero fallará.


¿Por qué es más acertado crear un entorno pacífico que uno no pacífico?


Si creo que la moral es inevitable, por cualquier motivo. Incluso, si creo que la moral es progresiva (y que seguirá avanzando hacia delante), entonces el proyecto tendrá legitimidad.


Incluso, si no tengo claro que haya una base teórica que lo sustente, pero creo que es un proyecto profético, podré tener interés en llevarlo a cabo.


Pero, si creo que es irreal y no es legítimo, entonces no desearé llevarlo a cabo.


En ese caso ¿Qué haré con esa gente que sí cree que es legítimo?


¿Me opondré a ello porque carece de sentido para mí? ¿Acaso creeré que es totalmente opuesto a mis creencias?


Obviamente, si creo que es una invención de algún demente y, por tanto, es una fantasía, entonces lo mejor que podría hacer sería dejarlo con su loca idea.


¿O siento la necesidad de boicotear su idea?


En caso de sentir la necesidad de boicotearla ¿Lo hago porque no puedo tolerar que alguien esté equivocado y crea tener razón?


¿Acaso lo hago porque temo que pueda tener razón?


Si temo que pueda tener razón, entonces es que puede tener razón. Y si tuviera razón ¿por qué iba a temerlo?


Hay 3 principios que rigen el comportamiento de la Divinidad. Bondad, Belleza y Verdad.


La Bondad cualquiera la entiende. Aunque ya hablaré sobre ella en posteriores artículos.


La Belleza no se refiere al canon estético, sino a lo armónico del comportamiento deseable.


La Verdad se refiere a aquello que es, objetivamente, cierto.


No aquello que creo que es cierto. Sino, aquello que es cierto.


Por tanto, la Verdad es deseable y nunca debería temerla. Si la temo, entonces es que una parte de mí rechaza la Verdad.


Entonces, si creo que el Paraíso no se puede crear ¿Cómo actuaré ante aquellos que sí creen que se pueda crear?


Y, si creo que sí que se puede crear ¿Cómo actuaré? ¿Me eximiré o me implicaré?


Todos deberíamos perseguir la Verdad y ser consecuentes con ella.


Y, jamás, interponernos en el camino de aquellos que la buscan.

 
 
 

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