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La Intención de la Vida

  • Alberto Terrer
  • 4 jun 2023
  • 2 Min. de lectura

¿Crees que la vida surge por azar y, por tanto, no tiene intención?


Es decir, nacemos, vivimos y morimos. Sin más.


¿O crees que la vida tiene una intención?


Es decir, lo que sucede durante la vida tiene un por qué dentro de un plan mayor.


¿O, quizá, algo intermedio?


Bueno, creer una cosa o la otra parece una cuestión dialéctica.


Sin implicación real.


Al final, nazco, vivo y muero. Y eso no lo cambiará tener una respuesta ¿no?


Mira, el debate de una posible intención que guía la vida es bastante crucial.


Y hay mucha miga al respecto.


Yo creo que la vida tiene una intención que la guía.


Eso lo he desarrollado en el libro Creo un Dios.


Pero ¿qué aporto al respecto?


Es decir ¿hay algo en mi teoría que no lo haya dicho alguien antes?


La respuesta es clara y rotundamente que sí.


En mi teoría creo haber desvelado la verdadera intención de la vida.


Creo que la vida se inicia con la fragmentación de la Autopercepción y el nacimiento de la conciencia.


Cuando hablo de fragmentación, básicamente tienes que entenderlo como lo siguiente.


Imagina que había una sola conciencia dormida y, ahora, hay una por cada ser vivo que experimenta.


Esa conciencia intenta volver a ser, de nuevo, una sola.


Y esa aventura de la vida es, solamente, esto.


El intento de la conciencia por volver a ser una sola.


En realidad, no es la conciencia. Pero para entenderlo a groso modo es más sencillo explicarlo así.


Cada vez que nace un ser vivo nace una nueva manifestación de la conciencia.


Y esto lo que hace es fragmentarla aún más.


Para volver a ser una sola, la vida intenta agrupar las Identidades en Identidades Superiores.


Imagina que miles de millones de células se agrupan para formar un ser pluricelular.


Esos miles de millones de manifestaciones de la conciencia se unen y pasan a ser una sola conciencia.


La del Ser Pluricelular.


La intención de la vida es unir a todos los seres vivos en uno solo, transfiriendo todos ellos su Identidad.


De manera que, en vez de haber una infinidad de manifestaciones de la conciencia, haya una sola.


Esto se logra mediante la Transferencia de Identidad (o Transferencia de Percepción).


El Ser Supremo, el Ser que los contendrá a todos, supondrá el retorno de la Conciencia a su estado original, antes de la primera fragmentación.


Esa es la intención de la vida.


Que la Conciencia vuelva a ser solo una.


Quizá te preguntes por qué la Conciencia va a querer hacer eso.


Bien, esto sucede porque la Conciencia proviene de la Autopercepción.


La Autopercepción tiene unos principios básicos.


Es Eterna, Infinita e Individual.


Cuando se inicia la aventura de la vida, se quebrantan esos 3 principios básicos.


De la Autopercepción nace la Conciencia y surgen los 3 comportamientos básicos de un ser vivo.


Reparación, que busca volver a ser eterna.


Replicación, que busca volver a ser Infinita.


Agrupación, que busca volver a ser Individual.


La vida, el universo y todos sus misterios, no es más que el intento de la Conciencia por volver a ser una sola.


Recuerda que uso el término Conciencia solo para simplificar la explicación en un artículo tan breve como este. Pero es un poco más complejo que esto.


Puedes leer otros artículos de la web o leer el libro Creo un Dios para una explicación mucho más precisa.


 
 
 

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