La Vida posee una Intención ¿O no?
- Alberto Terrer
- 14 sept 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 12 mar 2024
¿La vida es casual o intencional?
Es decir, nacemos, crecemos y morimos. Ya está.
Todo ser vivo nace, crece y muere.
¿Eso es la vida?
Quizá sí. Depende. Si miramos a nivel micro, es decir, al individuo, obviamente nacer es una casualidad.
Y, al nacer, el individuo está condenado a morir. Antes o después, pero morirá.
Los logros que consiga alguien no le sobrevivirán. O, si le sobreviven, será algo condenado a morir también.
Los logros de un ser vivo hace millones de años ¿están vigentes hoy?
Pues no lo sabemos. Quizá el logro de una ameba hace miles de millones de años cambiase el rumbo de la vida. O, quizá no. No lo sabemos.
Pero si la vida está condenada a la extinción completa, podemos afirmar que llegará un momento que cualquier logro de cualquier individuo, se extinguirá también.
Por tanto ¿Qué intención posee la vida, más allá de la obvia? La obvia es sobrevivir. La vida no desea extinguirse.
La vida no desea dejar de existir.
A nivel micro nos damos cuenta de que todo ser vivo se repara y se replica.
¿Y qué sucede si miramos a nivel macro?
A nivel macro vamos a observar unos cambios muy significativos desde el inicio de la vida. Las interrelaciones forman ecosistemas y, si lo analizamos desde la distancia suficiente, podríamos adivinar alguna clase de diseño.
Pero ¿Es casual, o intencional?
Si creemos que es casual, simplemente veremos una evolución sin rumbo, dando bandazos aleatorios según unos impulsos meramente circunstanciales.
Pero si pensamos que pueda ser intencional, entonces podremos analizar estas interrelaciones desde un prisma diferente.
¿Qué intención posee la vida?
Podemos buscar unas claves que nos indiquen si la vida persigue algo concreto, o no.
Yo lo he hecho y afirmo que hay una intención clara y concreta. Una intención totalmente deducible y que cualquiera puede comprobar.
La vida posee la intención de desfragmentar la Conciencia.
Básicamente, la vida se está fragmentando mediante la replicación compulsiva y está intentando reunir a todos esos fragmentos en uno solo.
La vida desea volver a ser solo una. Un solo ser.
¿Y por qué iba a querer tal cosa?
Pues porque cuando sea de nuevo uno solo, la existencia llegará a su fin.
Y la Conciencia podrá descansar.
¿No crees que la Conciencia desee descansar?
Si la Conciencia se manifiesta en cada ser vivo, está experimentando como cada uno.
Piensa en lo que supone nacer y morir infinitas veces. Morir de las maneras más crueles y aterradoras, cada instante, cientos de miles de millones de veces cada segundo.
Claro que la Conciencia desea descansar. Es que necesita descansar.
Por ello existe una idea a la que llamamos Edén, el Paraíso. Un lugar donde cada ser vive sin dañar ni ser dañado.
Un lugar donde la Conciencia alcanza algo de paz.
Porque un Edén no puede durar para siempre. No. Y, si no dura siempre, la Conciencia volverá a sufrir de nuevo.
La Conciencia desea crear el Paraíso. Y, desde ahí llegará hasta el final de la existencia.
La Conciencia no puede desaparecer, porque creo que el Universo se creó por una idea que surgió en la Mente original.
Cuando la Conciencia descanse, será potencial. Estará ahí, pero no estará activa.
¿Lo volverá a estar? Quién sabe.
Y, si vuelve a activarse, si nace la vida y otro nuevo universo, la Conciencia perseguirá el final de nuevo.
Y los seres que nazcan entonces, tendrán la responsabilidad de alcanzar ese final.
Porque la Conciencia es cada uno de nosotros.
Eso es lo que afirmo en mi teoría y he desarrollado este argumento para que cualquiera pueda leerlo, comprenderlo y, a partir de ahí, rebatirlo o creerlo.
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