top of page
Buscar

Lo que es, y lo que no, Espiritualidad

  • Alberto Terrer
  • 20 jun 2023
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 21 jun 2023

Considero que la Espiritualidad no es un camino interior.


Al contrario, es un camino exterior.


Pero con una fascinante moraleja.


Mira, solo existe una Mente, que se manifiesta en toda forma de vida.


Es la Autopercepción, la Presencia.


Yo soy Ella.


Tú, también lo eres.


Cada forma de vida es una experiencia de la Conciencia.


Bien, la Espiritualidad tradicional siempre ha mostrado un camino hacia la paz.


Ese camino hacia la paz es interno, y no depende de las circunstancias exteriores.


Es decir, independientemente de mis circunstancias, puedo conectar con mi paz interior.


Y deja la responsabilidad de alcanzar la paz en el individuo.


En su deseo y su capacidad para lograrlo.


Pero, esto deja fuera al 99,99 % de las manifestaciones de la Conciencia.


Casi ningún ser vivo podrá beneficiarse de esa paz interior, porque ni entienden el concepto, ni pueden llevarlo a cabo. Solo aquellos pocos que puedan aprender ese camino.


Ni siquiera entre los humanos es frecuente hallar individuos que hayan recorrido ese camino con éxito.


Piénsalo. Es poco probable que humanos en situaciones poco favorables puedan llegar a desarrollar una espiritualidad.


Por ejemplo: zonas en guerra, en extrema pobreza, condiciones climáticas extremas...


Habría unas circunstancias favorables para iniciar el sendero interior, y unas poco favorables.


Si tu condición vital te ha permitido aprender sobre esto y practicarlo, quizá puedas llevarlo a cabo.


Pero si tus condiciones eran adversas, lo más seguro es que jamás te lo hayas planteado.


Al margen del aspecto puramente meritocrático que creo que tiene la búsqueda del sendero interior, considero que la paz nada tiene que ver con algo interno.


Me explico.


Siguiendo el camino interior, alcanzar el estado de paz es una elección que debe hacerse a cada instante.


Y si es muy complicado alcanzarlo un solo instante, imagina la dificultad de lograrlo a cada instante.


Porque la Percepción Individual te devuelve, en cada uno de esos instantes, un resultado opuesto a esa anhelada paz.


Lo que percibes es contrario a la paz.


Y, lo es siempre.


La única manera de percibir paz es iniciando la Transferencia de Percepción.


Es decir, la única manera de experimentar Paz, es cuando se inicia la Percepción Colectiva.


Este es el camino del Amor, y se inicia de una única manera.


Mediante la Compasión.


Cuando cambiamos la competencia por cooperación, cuando nos esforzamos en ayudar a nuestros semejantes (que en realidad son todas las Identidades), entonces se inicia la Percepción Colectiva y comenzamos a sentir paz.


Porque renunciamos a esa Percepción Individual y recibimos, a cambio, la Percepción de la totalidad.


La Compasión es el deseo de ayudar a otros a mitigar su dolor.


Esa es la mayor Espiritualidad que existe.


De hecho, creo que es la única.


Ejerciendo la Compasión es como ayudamos a otros seres a percibir un Entorno pacífico.


Entonces, esos seres comienzan a transferir su Percepción individual como nosotros.


Y, a cambio, obtienen Percepción Colectiva, dando paso a los comportamientos pacíficos.


Imagina que fuéramos como las neuronas de un cerebro.


Cada Identidad, de la especie que sea, sería una neurona.


Y estaríamos totalmente desconectadas entre nosotras.


Así, aunque cada Neurona estuviera viva, el cerebro estaría apagado, inerte, sin las funciones que lo hacen ponerse en marcha.


Ahora, piensa que, al extender tu mano y agarrar la de tu prójimo, te pudieras conectar con él.


Y él con el de al lado.


Así, uno tras otro, hasta que todos estuviéramos unidos, conectados, formando ese cerebro que es la única Mente que hay.


Ese cerebro empezaría, de pronto, a pensar.


Algo así somos los seres vivos.


Neuronas desconectadas, que creen ser una Mente independiente.


Sin darse cuenta que, en realidad, somos partes de la Mente Suprema, la única.


Ahora, quiero que pienses en esto.


Si yo me esfuerzo en alcanzar mi paz interior, pero el resto de seres no la hallan, la experiencia de la Conciencia seguirá siendo terrible.


Porque la experiencia de la Conciencia es, en estos momentos, la suma de todas las experiencias.


Y, aunque tú logres alcanzar la paz, el 99,99999999999999999 % de las Identidades no la experimentarán.


Sin embargo, cuando ayudo a otro ser, no es solo que ese ser reciba el Amor y la ayuda que le ofrezco y sienta un atisbo de paz.


Es que, yo también lo experimentos.


Ambos.


Así, además, en la conciencia colectiva se duplica esa experiencia, creando una tendencia.


No me beneficio solo yo de mi búsqueda interior, sino que nos beneficiamos ese ser al que ayudo y yo.


Si fuera capaz de ayudar a mil seres, el impacto sobre la experiencia de la Conciencia sería muy superior al que lograría modificando, solamente, mi experiencia.


Y si lograse ayudar a un millón, o mil millones, sería aún muy superior.


Cuando aplicamos la Espiritualidad Colectiva, la verdadera Espiritualidad, entonces creamos Entidades que generan un impacto enorme en la Conciencia Colectiva.


Esas Entidades nos acercan a la restauración de la totalidad.


Porque la gran moraleja es esta:


Cuando ayude a mi prójimo, cuando busque la paz en el exterior, en lo que está más allá de mi experiencia, y logre extenderla (la paz) hasta el límite mismo de la vida…


Cuando no haya más que paz en el mundo, entonces me daré cuenta de la gran verdad.


Que lo que creía que era mi exterior es, en realidad, el interior del único ser que existe.


Ese ser que somos todos.


Y, por tanto, eres tú y soy yo.

 
 
 

Entradas relacionadas

Ver todo
La Pobreza y los Profetas

¿Por qué en las religiones con un origen más moral se promueve el voto de pobreza? Piénsalo, todos los grandes profetas han renunciado a...

 
 
 

Comments


© 2023 Alberto Terrer Bayo

bottom of page